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¿Dónde están ahora los 36 diputados de Ciudadanos escogidos en las elecciones al Parlament de hace cinco años?

Aquella victoria fue un espejismo para una formación que en los últimos años acumula derrotas en las urnas y crisis constantes que cuestionan su existencia futura.

La portavoz de Ciudadanos en el Parlament de Cataluña, Lorena Roldánd interviene durante una sesión plenaria en el Parlament de Catalunya,
La exportavoz de Ciudadanos en el Parlament de Catalunya, Lorena Roldán interviene durante una sesión plenaria en el Parlament de Catalunya,. David Zorrakino / Europa Press

El 21 de diciembre de 2017, hace cinco años, Catalunya celebró las elecciones al Parlament más excepcionales de las últimas décadas. Sin Gobierno autonómico, con la mitad de sus recientes consellers en prisión y el resto en el exilio, y con el triunfo inédito de un partido de la derecha españolista: Ciudadanos. Los comicios habían sido convocados por el Gobierno español presidido por Mariano Rajoy, que había cesado al Ejecutivo catalán e intervenido las instituciones autonómicas a través de la aplicación del artículo 155 el 27 de octubre de ese año, justo después de la aprobación en el Parlament de la Declaración Unilateral de Independencia.

Las elecciones fueron una victoria a medias de Cs. Sí, el partido logró 36 diputados —tenía 25 la legislatura anterior— y más de 1,1 millones de votos, pero el independentismo mantuvo la mayoría absoluta en el Parlament, gracias a la suma de los diputados de Junts, ERC y la CUP. En una votación que tuvo una elevada participación —más del 79%—, un independentismo marcado por la represión sufrida hacía diez semanas durante el referéndum del 1 de octubre y por el encarcelamiento de algunos de sus principales dirigentes, pudo recuperar —al cabo de unos meses— el control del Govern de la Generalitat.

En solo un lustro las cosas han cambiado muchísimo para la formación que lideraban entonces Albert Rivera e Inés Arrimadas, que encadena derrotas electorales, fugas de antiguos dirigentes, bajas de militantes y crisis internas que, muy probablemente, más temprano que tarde le abocan a su desaparición del escenario político. En Catalunya, por ejemplo, solo conserva seis de esos 36 diputados, mientras que en el Congreso apenas consiguió 10 en las elecciones de noviembre de 2019, cuando en abril del mismo año había logrado a los 57. Además, en los últimos comicios autonómicos que se han celebrado -Madrid, el pasado año, y Andalucía y Castilla y León, este año- solo ha sumado un diputado —en Castilla y León—, quedando fuera de las asambleas de Madrid y Andalucía.

A menos de un mes de la decisiva asamblea general de Cs donde Arrimadas se jugará continuar al frente del partido, repasamos que ha sucedido con los 36 diputados obtenidos aquel 21 de diciembre de 2017, con cargos que siguen en el partido, algunos que se han pasado a otras formaciones y una parte significativa que ha abandonado la política activa.

Los que mantienen un cargo institucional

La cabeza de lista del partido de derechas en aquellas elecciones catalanas era Inés Arrimadas, que se convirtió en la líder de la formación a nivel estatal después de que Albert Rivera dejara la política a raíz de la derrota en las elecciones españolas de noviembre de 2019. Arrimadas, que también es diputada en el Congreso, no ha conseguido resucitar a la organización y no está nada claro que a partir de enero pueda seguir presidiéndola. Como diputados en el Parlament continúan Carlos Carrizosa, presidente del grupo parlamentario y líder de la formación en Catalunya; Nacho Martín Blanco, Joan García, Matías Alonso y Marina Bravo, quien acumula siete años en la cámara y desde marzo de 2020 es también la secretaría general del partido a nivel estatal.

Después de seis años y medio de diputado en el Parlament, José María Espejo-Saavedra se convirtió en diputado en el Congreso

En el 2019, después de seis años y medio de diputado en el Parlament —llegó a ser vicepresidente de la Mesa—, José María Espejo-Saavedra se convirtió en diputado en el Congreso, donde permanece. Persona en su momento de la máxima confianza de Albert Rivera, en marzo del pasado año abandonó la ejecutiva nacional de Cs, donde era vicepresidente adjunto.

Algunos de los diputados en el Parlament de ese 2017 han pasado a la política municipal. Es el caso de José María Cano -que solo ocupó un escaño durante esa legislatura-, que es concejal del partido en Premià de Mar (Barcelona) y ya ha sido confirmado como alcaldable para los comicios locales del próximo mayo. Cano, además, es asesor del grupo del partido en la Diputació de Barcelona. También de Elisabeth Valencia, diputada entre 2015 y 2020, que vive su segundo mandato como concejala en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona); o de Dimas Gragera, edil en Santa Coloma de Gramenet. Ambos se mantienen fieles a la dirección de Arrimadas. Por último, Héctor Amelló es concejal y portavoz de Cs en Figueres (Girona) y será el alcaldable del partido en la capital del Alt Empordà en las próximas municipales. Sin embargo, el sueldo lo obtiene como asesor de Cs en la Diputació de Barcelona, donde fue recolocado aunque era diputado por Girona.

Los recolocados como asesores

Varios antiguos diputados de Cs en el Parlament ahora obtienen el grueso de sus ingresos como asesores del partido en alguna otra institución. Son ejemplos de ello los ya citados José María Cano y Héctor Amelló, que también son concejales, pero hay más. Como Noemí de la Calle -parlamentaria del 2015 al 2020-, que como ellos es asesora del grupo del partido en la Diputación de Barcelona, o Laura Vílchez, que llegó a estar en la ejecutiva y acabó como asesora de Cs en la Diputación de Málaga. Carlos Sánchez Martín, que tiene plaza como policía local en Cambrils (Tarragona), ejerce también de asesor en la diputación barcelonesa y, finalmente, David Bertran es asesor de la formación en el Parlamento Europeo.

Los que han cambiado de partido

Una parte significativa de los diputados de Cs que fueron escogidos ese 21 de diciembre de 2017 ya ni siquiera siguen en la formación y algunos de ellos, directamente, han cambiado de partido. Seguramente el nombre más significativo es el de Lorena Roldán, que sigue como diputada en el Parlament, pero ahora en las filas del PP. Roldán se había impuesto a las primarias para ser la candidata de Cs a las elecciones al Parlament -que se celebraron el 24 de febrero del año pasado-, pero finalmente la dirección apostó por situar a Carlos Carrizosa al frente de la lista y su reacción fue abandonar el partido -lo hizo a finales de 2020- y concurriría a los comicios con el PP. También ha pasado al PP Alfonso Sánchez, que aparte de diputado había sido concejal de Cs en Tossa de Mar (Girona). Sánchez es una persona muy cercana a Fran Hervías, en el pasado omnipotente secretario de organización de Cs y que se convirtió en asesor del PP cuando el partido empezó a despeñarse en las urnas.

Valents, el partido de derechas liderado por Eva Parera —ex de Unió Democràtica— también ha pescado en Cs. En concreto se han pasado a él los ex diputados Manuel Rodríguez, ahora mismo concejal no adscrito a Sitges; Jean Castel, que es el secretario de organización del nuevo partido; y Jorge Soler, que justamente ese 2017 lideró la candidatura de Cs en Lleida. Un caso aparte es el de Munia Fernández-Jordán, que dejó Cs a finales del año pasado y ejerce desde entonces como concejala no adscrita en el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès (Barcelona). A su juicio, el partido estaba rebajando los planteamientos en la cuestión nacional.

Los que han abandonado la política

En este ámbito hay que aclarar que agrupamos a personas que no tienen cargos institucionales ni trabajan directamente para algún partido, si bien en algunos casos mantienen algún tipo de activismo político o, incluso, la militancia en Cs. Entre los nombres que han dejado la política destaca el de Fernando de Páramo, que en el 2019 dio el salto al Congreso como diputado. Era el secretario de Comunicación de Cs a nivel estatal y una de las personas clave a la hora de definir su estrategia electoral, pero en noviembre de ese mismo año, tras perder más del 80% de los diputados, abandonó la política activa.

Espinosa ha impulsado la plataforma Ahora tú, donde también está Carmen de Rivera

Sonia Sierra, profesora de Lengua y Literatura en un instituto, rompió el carné de Cs el verano del año pasado, bajo el argumento de que éste había perdido sus orígenes. Alejada de la primera línea política, ha debutado como novelista. Más reciente es la marcha de Antonio Espinosa, que apenas abandonó Cs el mes pasado, después de haberse afiliado al partido en sus inicios, en el 2006. Diputado del 2015 al 2020, Espinosa se había convertido en un crítico con la dirección de Arrimadas y formaba parte de la corriente Renovadoras. Espinosa ha impulsado la plataforma Ahora tú, donde también está Carmen de Rivera, otra histórica del partido, ya que fue diputada en el Parlament durante diez años (2010-2020).

Un capítulo aparte merece María Luz Guilarte, que se había convertido en la líder de Cs en el Ajuntament de Barcelona, pero justo en octubre, hace dos meses, dejó el cargo, el partido y la política, después de que fuese destituida como presidenta del grupo municipal por los otros dos concejales. Sí que sigue como militante David Mejía, quien tras dejar de ser diputado abrió una consultoría en asuntos públicos, que mantiene hoy en día. También es militante Sergio Sanz, que es crítico con la dirección y ejerce como arquitecto después de su etapa como diputado.

Susana Beltrán ha vuelto a dar clases de Derecho Internacional en la UAB; Martín Barra, después de cinco años en el Parlament, ejerce de profesor asociado en la privada Universitat Internacional de Catalunya, mientras que Blanca Navarro Pacheco ha vuelto a ejercer la psiquiatría, además de fundar una entidad para reforzar las relaciones entre el Estado español y Israel. También está fuera de la política María Valle, que estaba vinculada a la corriente crítica Renovadores y tiene un despacho de abogados con su familia.

En la misma situación se encuentran la ex diputada por Girona María del Camino Fernández, que es auxiliar de enfermería; y el aranés de origen madrileño Javier Rivas, que fue parlamentario por Lleida y tiene negocios informáticos. Por último, Francisco Javier Domínguez ha vuelto a su plaza de funcionario en el Ajuntament de Tarragona, tras una etapa política en la que fue diputado y también concejal en la capital provincial. Y Maialen Fernández, diputada también por Tarragona, ha recuperado su actividad previa, como subdirectora de una sucursal del Banco Santander en Cambrils (Tarragona).

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