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Reino Unido ¿Qué significa retrasar el brexit?

El Parlamento británico ha acordado pedir permiso a la Unión Europea para poder retrasar el brexit más allá del 29 de marzo de 2019 y los 27 tendrá que decidir ahora si conceden esta extensión. Pero, ¿dónde nos coloca todo esto?

Un manifestante anti-brexit con la bandera de la UE delante del Parlamento británico, en Westminster (Londres). REUTERS/Kevin Coombs

El plan de Reino Unido para abandonar la Unión Europea empieza a parecerse a un ser perdido dentro de un laberinto; que ya no va hacia donde quiere sino hacia donde puede. Al brexit se le han agotado las opciones de movimiento y ha acabado en manos manos de Bruselas.

El jueves la Cámara de los Comunes ha aceptado pedir a la UE una prórroga; es decir, una extensión del plazo establecido para que en vez de abandonar la Unión el 29 de marzo como estaba previsto, lo puedan hacer más tarde.

Porque, aunque Reino Unido tiene poder para anular unilateralmente el brexit, no lo tiene para retrasarlo. Para eso tiene que pedir permiso. 

¿Cuándo abandonaría entonces Reino Unido la UE?

El gobierno británico siempre ha dicho que es partidario de una extension breve, de no más de tres meses. Por eso la moción que el ejecutivo ha puesto puesto sobre la mesa del Parlamento planteaba retasar el brexit hasta el próximo 30 de junio.

Pero atención porque el texto llega con una condición: Theresa May ha decidido resucitar su acuerdo y ha anunciado que el gobierno sólo pedirá a Bruselas esa "extensión técnica corta” si la Cámara de los Comunes respalda el texto que alcanzó con la UE en una nueva votación que se celebrará la próxima semana; ya será la tercera.

Esta votación ser tendrá que celebrar antes del 20 de marzo porque el próximo día 21 será cuando Theresa May se encuentre con los líderes de los 27 en la cumbre de primavera de la Comisión Europea y será entonces cuando oficialmente les haga la petición de extensión.

Si para entonces el Parlamento británico no ha respaldado el acuerdo de May con la UE, la extension que el gobierno de May pedirá a Bruselas sería “mucho más larga”, ha advertido la Primera Ministra.

¿Bruselas puede negarse a conceder la extensión?

Sí. La última decisión está en su mano. Puede decir que ‘no’ porque el plazo que pide Londres no le parezca el adecuado o porque no vea claro que en ese tiempo el gobierno británico vaya realmente a conseguir ningún avance. Eso sí, para concederle la extensión es necesario que todos los países miembros estén de acuerdo. Tiene que ser una decisión tomada por unanimidad de los 27.

Por eso todo apunta a que el tema lo tratarán sus líderes en conjunto el próximo día 21 de marzo, durante la cumbre de primavera de la Comisión Europea. Aunque, según algunas fuentes comunitarias, las conversaciones diplomáticas podrían arrancar el mismo viernes, con una reunión entre Donald Tusk, el presidente del Consejo Europeo y el Primer Ministro holandés Mark Rutte. La misma fuente apunta a que el viernes Tusk se vería con la Canciller alemana Angela Merkel; el lunes con el Presidente francés, Emmanuel Macron; y el martes con el Primer Ministro irlandés, Leo Varadkar.

Manifestante pro-brexit, vestido con los colores de la bandera del Reno Unido, delante del Parlamento británico, en Westminster (Londres). REUTERS/Kevin Coombs

Manifestante pro-brexit, vestido con los colores de la bandera del Reno Unido, delante del Parlamento británico, en Westminster (Londres). REUTERS/Kevin Coombs

¿Bruselas puede negarse a conceder la extensión?

Sí. La última decisión está en su mano. Puede decir que ‘no’ porque el plazo que pide Londres no le parezca el adecuado o porque no vea claro que en ese tiempo el gobierno británico vaya realmente a conseguir ningún avance; el presidente de la Comisión Europea, Donald Tusk ha asegurado que ellos son partidarios de una extensión larga.

Eso sí, para permitir que el brexit se retrase es necesario que los líderes de los 27 países miembros estén de acuerdo por unanimidad.

Según algunas fuentes comunitarias, Tusk podría arrancar las conversaciones diplomáticas el viernes en una reunión con el Primer Ministro holandés Mark Rutte. La misma fuente apunta a que el viernes Tusk se vería con la Canciller alemana Angela Merkel; el lunes con el Presidente francés, Emmanuel Macron; y el martes con el Primer Ministro irlandés, Leo Varadkar.

¿Para qué serviría ese tiempo extra?

Esa es la gran cuestión sin resolver y Bruselas ya le ha dejado claro a Londres que para poder tomar una decisión sobre la extensión del brexit, necesitan conocer la respuesta a esa pregunta. Cierto es que dependerá de si finalmente Reino Unido pide una extensión corta o larga.

Si se impone la primera opción y la salida se produce el 30 de junio con acuerdo, esos tres meses servirían para establecer la legislación necesaria de cara a la nueva situación fuera de la UE.

Si, por el contrario, el Parlamento vuelve a rechazar el texto de May y la extension es mayor, tendrá que ser para poner en marcha un mecanismo alternativo a ese acuerdo.

La primera ministra británica, Theresa Ma, interviene en el Parlamento británico, tras una de las votacions sobre el brexit. REUTERS/ UK Parliament/Jessica Taylor

La primera ministra británica, Theresa Ma, interviene en el Parlamento británico, tras una de las votacions sobre el brexit. REUTERS/ UK Parliament/Jessica Taylor

¿Qué opciones le quedarían a Reino Unido?

• Pedir a Bruselas comenzar de cero las negociaciones de un nuevo acuerdo, pero parece poco probable que la UE fuera a aceptarlo a la vista de las rotundas declaraciones de sus líderes estos días.

• Celebrar un segundo referéndum. Efectivamente, preparar la maquinaria de una nueva votación popular llevaría su tiempo (más o menos unas 22 semanas), pero lo más complicado sería establecer qué se pregunta en ese referéndum. El Partido Laborista insiste en que una opción debe ser “no abandonar la Unión Europea”, el gobierno insistiría en que otra sea “abandonar con el acuerdo firmado con la UE” y se podría añadir una tercera de “abandonar con otro acuerdo”. Y entre lo complicado de la votación en sí y lo más complicado aún de conseguir un acuerdo (éste ha costado más de dos años), el resultado del referéndum más que una solución puede acabar siendo otra pesadilla.

• Convocar elecciones generales. Es lo que la oposición e incluso algunos miembros del partido conservador han pedido estos días. Theresa May es quien tiene en su mano la opción de hacerlo, ella pretendería así conseguir mayor apoyo para su acuerdo en un futuro, aunque obviamente los intereses de la oposición serian todo lo contrario.

• Moción de no confianza contra el gobierno. Podría presentarla el Partido Laborista y el parlamento debería respaldar a un gobierno alternativo. De no hacerlo, se convocarían elecciones generales.

• Cancelar el brexit. El Tribunal de Justicia europeo ya estableció que para hacerlo Londres no necesita el apoyo de la UE, en cualquier momento puede revocar unilateralmente el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

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