Policías y manifestantes se han enfrentado este domingo en los alrededores del estadio de Maracaná de Río de Janeiro, donde un grupo de jóvenes se ha concentrado para protestar por el alto coste de la celebración de la Copa Confederaciones. Según la cadena O'Globo, unas 800 personas del movimiento Copa Pra Quem? (¿Copa para quién?), han marchado en dirección al estadio de Maracaná, una hora antes de que comenzara el partido de fútbol entre las selecciones de Italia y México.

La Policía Militar ha bloqueado los accesos, pero a su llegada hasta el cordón de seguridad, los manifestantes han intentado romperlo, dando lugar a un duro enfrentamiento. Los agentes han lanzado gases lacrimógenos y gas pimienta.'Nunca he visto algo igual. Los muchachos estaban cercados, llorando por los gases. Ha sido aterrador', ha dicho la vendedora de algodón dulce Neli de Oliveira, que se encontraba en los alrededores del estadio de Maracaná.

Los uniformados han detenido a seis personas por estos hechos y se han apoderado de seis cócteles molotov. Los padres de los jóvenes manifestantes, tras enterarse por la prensa, han ido hasta la comisaría para exigir su liberación, consiguiendo su objetivo.

El portavoz de la Policía Militar, el coronel Frederico Caldas, ha rechazado las críticas contra la actuación de sus agentes. 'Lo que ustedes llaman exceso, nosotros lo llamamos un uso gradual de la fuerza para garantizar la seguridad de todos', ha dicho. Caldas ha subrayado que 'la Policía Militar ha actuado para evitar que estas personas bloqueasen las vías de acceso, incluidas las estaciones de metro, para garantizar que el evento pudiera celebrarse' tal y como estaba previsto.

Los disturbios han coincidido con las manifestaciones que se han celebrado este domingo por quinto día consecutivo contra las subidas del transporte público. La más multitudinaria ha tenido lugar en Sao Paulo, aunque también ha habido marchas en Río de Janeiro, Belo Horizonte y Brasilia. La violenta represión de estas protestas, sobre todo en Sao Paulo, ha suscitado una enérgica crítica que ha llevado a las autoridades municipales a proponer un diálogo, pero los manifestantes exigen que se retire la subida del precio de los transportes públicos.