MADRID.- Uno de los últimos rehenes del secuestrador del vuelo de EgyptAir, que fue obligado a aterrizar cuando cubría la ruta entre El Cairo y Alejandría con 62 personas a bordo, pidió en pleno secuestro hacerse una foto con su captor. Un británico de 26 años Ben Innes, pensó que "si su bomba era real no tenía nada que perder", relató a medios británicos.

Innes ha explicado a los medios que, pasada media hora del secuestro en suelo chipriota, decidió pedir al hombre que los retenía una fotografía. Asegura que pensaba que "así podría comprobar mejor si el cinturón de explosivos que llevaba era verdadero".

"Pensé que si su bomba era real no tenía nada que perder de todos modos". Según su propio testimonio, un miembro de la tripulación tradujo su petición de hacerse una foto a Seif Eldin Mustafa, que protagonizó un tenso incidente tras amenazar en pleno vuelo con activar un cinturón de explosivos que resultó ser falso.

El secuestrador accedió y una azafata tomó la imagen. Innes fue uno de los últimos tres pasajeros del vuelo en ser liberados por el terrorista. Cuando se tomó la foto, dice que pensó que "el cinturón era falso" y se volvió a su asiento a planear cuál sería su siguiente movimiento. Pero entonces el secuestrador decidió liberarles.

La imagen, difundida por el 'Daily Mail', ha dado la vuelta al mundo. La Policía británica ha considerado temeraria la decisión, su familia le ha elogiado y sus amigos han explicado que va con el carácter del británico.

El avión comercial Airbus A320 de la compañía EgyptAir con 62 personas a bordo fue secuestrado el pasado martes cuando cubría la ruta entre El Cairo y Alejandría siendo obligado a aterrizar en el aeropuerto de Lárnaca, en Chipre. Unas cinco horas después del suceso, el secuestrador, Seif Eldin Mustafa, fue detenido por las fuerzas de seguridad.

Al principio tan solo se informó de que exigía entregar una carta a su exesposa, una chipriota de 50 años que vive cerca de Lárnaca y que posteriormente acudió hasta allí a petición de la policía. El secuestrador llegó a entregar la carta de cuatro páginas a las autoridades para que se la hicieran llegar a su mujer. Sin embargo, horas después la policía confirmó que además exigía la puesta en libertad de varias mujeres encarceladas en Egipto, vinculando el secuestro a motivos políticos.