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Un plan Marshall para Ucrania sin esperar al fin de la guerra

Más de sesenta países proponen en Londres multimillonarias inversiones para la reconstrucción de Ucrania, a pesar de que la guerra sigue su curso devastador y podría alargarse durante años.

Conferencio sobre Ucrania
Denys Shmyhal, primer ministro de Ucrania, interviene en la Conferencia sobre Ucrania,. Andy Rain / EFE/EPA

Gobiernos, bancos, multinacionales e incluso ONGs se han reunido en Londres en el marco de la II Conferencia para la Recuperación de Ucrania. Los asistentes han calculado los costes y beneficios de esa reconstrucción, que podría pasar del billón de euros, y han prometido multimillonarias ayudas inmediatas a la Administración ucraniana.

Kiev, respaldado por Washington y otros aliados, ha pedido que esa asistencia empiece con la guerra en curso, voluntad que levanta algunas dudas sobre el destino inmediato que se podría dar a esos fondos.

De momento, en sus dos días de reuniones la conferencia ha puesto sobre la mesa cerca de 60.000 millones de euros en nueva financiación para la reconstrucción de Ucrania, tal y como anunció el ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly. Solo para este año se precisarían 12.800 millones de euros para reconstruir edificios e infraestructuras, según el Banco Mundial, participante en la conferencia.

Lo que no está claro es si ese dinero acabará recuperando instalaciones de gas, tendiendo tuberías de agua, reparando sistemas de electricidad, rehabilitando casas alcanzadas por los bombardeos o si será un grifo para asignar más dinero a la guerra en forma de salarios para los militares ucranianos o para contratar paramilitares y "voluntarios" internacionales.

Las palabras de un miembro del Gobierno del presidente Volodímir Zelenski en el marco de esta conferencia azuzan esas dudas. Un punto de vista compartido además por Estados Unidos, como dejó ver su secretario de Estado, Antony Blinken.

Dinero para reconstruir mientras se sigue destruyendo

Con la euforia de los números y los empujones para apuntarse al pingüe negocio de la reconstrucción, los asistentes han obviado que la guerra no tiene visos de terminar. Y existe un alto riesgo de que Ucrania pueda quedar partida en dos o incluso convertida en un estado fallido durante décadas si Rusia no es derrotada de forma contundente, lo que no parece probable.

Mientras los expertos se reunían en Londres en esta conferencia, en el frente se sucedían los combates sin que, de momento, la contraofensiva ucraniana haya logrado ningún éxito remarcable. Tampoco los rusos han sabido aprovechar la falta de empuje de las fuerzas de Kiev para lanzar su propio contraataque desde los territorios ocupados.

Tras moderar en los últimos días sus arengas sobre la inminente destrucción de las fuerzas rusas, el presidente Zelenski reconoció este jueves las "dificultades" que se están encontrando las acciones ofensivas ucranianas. Zelenski felicitó a los combatientes que luchan por la liberación de Ucrania, pero se vio obligado a admitir que la contraofensiva iniciada a principios de junio por el ejército ucraniano "va más despacio de lo deseado".

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha reconocido que Ucrania tiene capacidad ofensiva, pero carece de oportunidad alguna para avanzar.

"Algunos creen que esto es una película de Hollywood y esperan resultados ya. Pero no lo es", dijo Zelenski en una entrevista con la cadena BBC.

Zelenski quiere una "poderosa" Ucrania con voz en Occidente

La película se la ha montado también el propio Zelenski, quien, en un mensaje a los asistentes a la Conferencia de Londres, no solo pidió más capital y proyectos específicos para la recuperación de la guerra, sino que reclamó la ayuda necesaria para convertir a Ucrania en un país "poderoso" integrado en Occidente. Un país armado hasta los dientes por ese mismo Occidente.

Ya no se trata solo de librarse de la injusta invasión rusa, la idea de Kiev es superar el conflicto como un Estado capaz de liderar Europa codo con codo con los más grandes del continente. En este sentido, el primer ministro ucraniano, Denis Shmihal, afirmó este jueves que esperaba que Ucrania entre en la Unión Europea y la OTAN "mucho antes" de que concluya la presenta década.

La Comisión Europea, sin embargo, ha indicado que, aunque Ucrania ha avanzado hacia su adhesión a la UE, aún queda mucho camino por delante, pues solo se han cumplido dos de las siete condiciones imprescindibles para empezar esas negociaciones.

Sobre la reconstrucción de Ucrania, Shmihal declaró al concluir la conferencia internacional de Londres que su país confía en recibir "próximamente" casi 6.000 millones de euros, casi la mitad del monto que precisa este año para ese fin.

La UE ha ampliado en 3.500 millones de euros el fondo que tiene para financiar la compra de armas para Ucrania, el llamado eufemísticamente Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP). Desde el comienzo de la invasión, ya se han destinado a Ucrania otros 3.600 millones de euros de ese fondo.

El grueso del dinero para Ucrania está en la reconstrucción

Sin embargo, estas sumas son calderilla si se compara con las necesidades para la reconstrucción de Ucrania, que el Gobierno de Kiev y algunos de sus aliados insisten en comenzar antes de que la guerra haya concluido. Sin embargo, si la contienda se alargara indefinidamente, la recuperación de Ucrania se convertiría en un pozo sin fondo para las arcas europeas.

El primer ministro ucraniano apuntó esa posibilidad: "Se necesitan al menos 411.000 millones de dólares (383.000 millones de euros) para la reconstrucción a largo plazo. Cada día, Rusia inflige nuevas pérdidas a Ucrania y, por desgracia, esta cifra aumentará", dijo Shmihal.

Algunos análisis presentados estos días elevan esa cifra hasta el billón de euros e incluso mucho más, si la guerra se prolonga varios años y se extiende el frente bélico.

Zelenski invita a los inversores a acudir a Ucrania

"Construyendo Ucrania, construimos más que un país, construimos un mundo que durará nuestra generación y después. Si será pacífico, estable y democrático depende de cada uno de nosotros. Les invito a todos a Ucrania", aseveró Zelenski por videoconferencia.

Con ese tono de empresario llamando a invertir en un negocio inmobiliario, se manifestó también la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: "Putin rompió la paz en nuestro continente el 24 de febrero de 2022, pero también limpió el camino para el sueño de Ucrania, y es nuestro deber que este sueño se haga realidad, ladrillo a ladrillo, casa a casa y escuela a escuela".

Von der Leyen olvidó precisar que eso solo será una realidad cuando termine la guerra. En cambio, insistió en la aparente paradoja de que es preciso reconstruir al mismo tiempo que la guerra sigue destruyendo: "Ucrania no solo está reconstruyendo sino reimaginándose. Nos ha impresionado con su valentía e inspirado con su ingenio", reiteró la presidenta de la CE.

La UE será uno de los mayores donantes para la reconstrucción y ya ha ofrecido 50.000 millones de euros con ese objetivo.

El primer ministro del país anfitrión, Rishi Sunak, anunció que cerca de 400 empresas de 38 países se han comprometido a participar en la reconstrucción de Ucrania. Sunak apuntó que Rusia debe pagar por la reparación de lo destruido y adelantó que, de momento, se usarán los fondos congelados a los oligarcas y magnates rusos.

Japón, que participaba también en esta segunda conferencia para la reconstrucción de Ucrania, explicó que acogerá otra reunión similar para promover las inversiones y que el encuentro se celebrará entre finales de este año y comienzos del 2024, como dijo el ministro de Asuntos Exteriores nipón, Yoshimasa Hayashi.

¿Dinero para ladrillos o para pagar a más militares?

Todos estos montos destinados a la reconstrucción de Ucrania suman una cantidad muy importante, más aún si se tiene en cuenta que, al mismo tiempo, hay que ayudar a Ucrania a mantener su ejército y su armamento, como señaló en Londres el secretario de Estado norteamericano.

Según Blinken, es imprescindible ayudar a Ucrania a mantener su ejército al mismo tiempo que se reconstruye el país. Adelantó que Estados Unidos aportará otros 1.200 millones de euros si el Congreso lo autoriza.

Tras las palabras de Blinken surgen las sospechas de que estos miles de millones de euros y dólares comprometidos para la reconstrucción podrían acabar cubriendo necesidades menos pacíficas.

Así lo expresó la viceministra de Comunidades, Territorios y Desarrollo de Infraestructuras de Ucrania Oleksandra Azarkhina, quien este jueves subrayó que la reconstrucción de su país "no puede esperar a la victoria".

Y lo dijo bien claro: "Estamos pagando los salarios a nuestros soldados por los impuestos. Estamos muy agradecidos a nuestros socios que nos han proporcionado armas. Pero el ejército, el ejército ucraniano, es grande ahora, exige dinero".

El esquema es evidente: el dinero para pagar a los soldados, incluidos los voluntarios paramilitares, ya no solo vendría de la asistencia militar entregada hasta ahora, sino que podría proceder también de fondos para la recuperación de Ucrania.

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