Perú le niega el aborto a una menor de 11 años que acudió a sus 17 semanas de gestación, fruto de una violación de su padrastro, a un hospital en Loreto. Este caso ha provocado que varios organismos de Naciones Unidas, Save the Children o CHS Alternativo exhorten al Ejecutivo del país a garantizar que las menores agredidas sexualmente puedan interrumpir el embarazo.

Esta semana, el presidente del Consejo de Ministros de Perú, Alberto Otárola, recordó que el aborto solo es posible en el país si es terapéutico, es decir, que "siempre tiene que presentarse como condición el peligro a la salud" de la gestante.

Tras este caso que ha salpicado al país, varios organismos de las Naciones Unidas han solicitado al Estado peruano reconsiderar la decisión de negarle el aborto terapéutico a la niña, cuyo nombre ficticio para proteger su privacidad es Mila.

Asimismo, han instado a garantizar este derecho a todas las niñas y adolescentes embarazadas víctimas de violencia sexual, así como a hacerlo "con procedimientos seguros y pertinentes a su edad, y dentro de las 22 semanas de gestación que establece el protocolo de este procedimiento médico". 

En la misma línea se ha pronunciado Save The Children, mientras que a la asociación civil CHS Alternativo ha dado un paso más al exhortar al Congreso de Perú a modificar la ley que regula el acceso al aborto terapéutico con el fin de ampliarlo a todos los casos de embarazo infantil y adolescente producto de una violación.

Desde el Gobierno del país, la ministra de la Mujer, Nancy Tolentino, ha asegurado esta semana que en lo que va del año se han reportado más de 4.000 casos de violación en el país, de los que 3.700 de las víctimas son niñas, niños o adolescentes.

A su vez, Tolentino ha informado de que la menor afectada ha sido trasladada a Lima para hacer una evaluación de su salud y que se restituyan sus derechos.