El incendio que afecta desde hace más de dos días a varias localidades situadas al norte de Atenas se ha cobrado su primera víctima mortal. Según las autoridades griegas, se trata de una mujer de 60 años, cuyo cuerpo ha aparecido calcinado en el establecimiento donde se hallaba trabajando en la ciudad norteña de Vrilisia. Este lunes, además, 30 personas tuvieron que ser trasladadas a hospitales con problemas respiratorios y dos bomberos fueron ingresados con quemaduras leves y graves.

Aunque la situación respecto a la propagación de las llamas ha mejorado considerablemente en las últimas horas, ya que ya no se habla de un frente activo, sino de cientos de focos menores y dispersos, el dispositivo de protección civil sigue activo en las áreas afectadas. 

Más de 700 bomberos con 200 camiones, seis aviones y un número igual de helicópteros cisterna continúan operando para evitar que las fuertes ráfagas de viento reaviven las llamas después de que las autoridades griegas activaran el Mecanismo de Protección Civil de la UE este lunes.

Por el momento, se ha llevado ya a cabo la evacuación de más de 40.000 personas de casi diez localidades en lo que se prevé como el verano más caluroso de la historia de Grecia: el país sufrió dos olas de calor extremo en junio y julio, con temperaturas que sobrepasaron en algunas regiones los 44 grados centígrados. El fuego, que se declaró este domingo en la localidad de Varnava, a unos 40 kilómetros al norte de Atenas, se propagó rápidamente hacia el sur hasta alcanzar el tejido urbano de la capital, arrasando con más de 10.000 hectáreas.

A consecuencia del incendio se han visto afectados 24 menores migrantes no acompañados que se alojaban en una estructura estatal, tres hospitales (uno infantil con 24 niños, otro militar y un tercero con 37 pacientes) y varios campamentos infantiles. Igualmente, vastas áreas de bosques han quedado desde entonces totalmente calcinadas, así como decenas de casas, locales y coches. 

Ante la magnitud de la catástrofe, la UE puso en marcha este lunes un despliegue de medios aéreos y terrestres para contribuir a las tareas de extinción, el marco europeo de solidaridad que ayuda a los países desbordados por una catástrofe natural. Este martes se espera que lleguen refuerzos de medios aéreos y bomberos de Francia, Italia, Serbia, República Checa, Turquía y Rumanía.