Los 140 millones de euros que la Unión Europea se comprometió a aportar para mejorar la capacidad de Marruecos de controlar el flujo de migrantes en sus fronteras está empezando ahora a traducirse en la compra de centenares de vehículos, drones y decenas de escáners, lectores de huellas dactilares, radares y otro equipamiento técnico. A los 384 vehículos cuya compra autorizó el viernes el Consejo de Ministros —a cargo de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP)— se suman las licitaciones que ha empezado a publicar el International Center for Migration Policy Development (ICMPD), una entidad con sede en Viena que tenía adjudicado el proyecto en sus fases iniciales.

El ICMDP ha sacado a concurso la compra de 192 vehículos, incluyendo 26 minibuses para transporte de migrantes irregulares. La licitación se publicó por primera vez en enero y se canceló porque las ofertas no cumplían los requisitos. Esta organización ha licitado también la compra de 15 drones y abundante material forense y tecnológico. Sin embargo, en su web no se informa del importe estimado de los contratos.

De los 140 millones de euros que la UE destinará a apoyar a Marruecos, la FIIAPP gestionará 40 millones y el ICMDP otros 30, mientras que el resto será apoyo presupuestario directo para el país, que ya ha empezado a llegar a Marruecos. La FIIAPP se incorporó en abril de 2019 al proyecto.

El pasado viernes, el Gobierno autorizó a la FIIAPP a licitar 7 lotes, incluyendo 230 vehículos 4x4 tropicalizados (acondicionados para altas temperaturas), por 13,8 millones de euros, y 100 vehículos 4x4 'pick up' por 5,5 millones, 10 vehículos 4x4 con configuración de ambulancia, por 520.000 euros; otros 10 camiones 4x4 cisterna para agua, por 1,65 millones; ocho camiones cisterna para gasolina, por 1,32 millones; 18 camiones 4x4 plataforma, por 2,61 millones y ocho camiones frigoríficos por 600.000 euros. En total, 26 millones de euros.

La fundación también ha sacado a concurso un contrato menor, de 67.000 euros, para comprar cinco radares marítimos, 10 sistemas de identificación automática AIS, 10 GPS portátiles, radios y sistemas de cartografía. De este modo, todavía no se ha adjudicado ningún contrato, por parte de las organizaciones europeas en el marco de este proyecto, que el Gobierno español se empleó a fondo en incrementar.

España y Marruecos, mano a mano

El Gobierno español también se ha marcado como objetivo que en el próximo Marco Financiero Plurianual de la UE se incluya una partida estable para asistir a Marruecos en el control de la inmigración. "Marruecos es ya un socio sólido de la UE en la materia. Las autoridades españolas y marroquíes trabajan mano a mano cada día para controlar la frontera común", escribía esta semana en el diario marroquí 'Le Matin' el ministro de Exteriores español en funciones, Josep Borrell, que añadía que Marruecos hace, a su vez, un "gran esfuerzo" para gestionar sus fronteras con otros países. "Para mí, la evidencia salta a la vista: Europa debe con toda urgencia dar un apoyo mucho más considerable en este ámbito, equivalente al que se le ha dado a otros países", añadía.

Marruecos ha trasladado a diversas autoridades españolas su malestar porque Turquía ha recibido de la UE 3.000 millones de euros, ampliables a otros 3.000. No obstante, el propio Borrell afirmaba recientemente que las situaciones no son comparables, porque Turquía tiene en su territorio "un millón y medio de refugiados que requieren cama, comida, escuela y hospital".

Un 23% menos hasta junio

El hecho es que las llegadas desde Marruecos han empezado a reducirse. Hasta el 30 de junio, el Ministerio del Interior ha contabilizado la entrada irregular de un total de 13.263, lo que supone un 23,3% menos que en el mismo periodo de 2018, cuando llegaron irregularmente a España un total de 17.300 personas.

En concreto, de acuerdo a estos datos, 10.475 migrantes han llegado en patera a costas españolas en el primer semestre del año, un 27,4% menos que en el mismo periodo del año pasado. Por otra parte, un total de 2.788 personas han entrado de forma irregular por la vía terrestre —lo que incluye saltos a las vallas fronterizas con Marruecos, entradas a través de los bajos de camiones y en maleteros de coches, entre otras formas—, con lo que las llegadas por tierra han disminuido un 3% con respecto a 2018.