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La Habana El rey abandona Cuba tras un careo no previsto con Raúl Castro

El "encuentro privado" no estaba previsto, por el momento se desconoce la duración y el lugar de la reunión. Por otro lado, el monarca ha instado a la isla a respetar los "derechos de libertad de expresión y asociación".

Fotografía cedida por Estudios Revolución de rey de España Felipe VI (i) hablando con el expresidente de Cuba y actual líder del Partido Comunista del país (PCC), Raúl Castro. /EFE

santi piñol 

Después de tanto simbolismo durante los primeros días, finalmente llegó la política. En el primer viaje de un rey español a La Habana, Felipe VI hizo un discurso en el que instó al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a respetar adecuadamente los derechos de libertad de expresión asociación y reunión. También le animó a acelerar los cambios "inevitables" de las sociedades para poder influir en ellos. "Nada queda congelado en el tiempo y quien se resiste a su paso pierde la oportunidad de colaborar en el diseño del futuro" y ofreció la experiencia de la Transición como ejemplo a seguir.  

Las caras de satisfacción eran evidente en la delegación española en un discurso que considera un triunfo de la diplomacia española. El ministro de Exteriores, Josep Borrell, explicó que los términos fueron pactados con el gobierno cubano y que han servido cumplir uno de los objetivos del viaje: "Abordar los temas sensibles de manera directa y respetuosa".  

Aunque en los días previos desde la embajada en la isla se negaba que el rey fuera a Cuba a hacer política, las circunstancias durante el viaje lo han posibilitado. Según fuentes de la delegación española no se hubiera entendido que no se hiciera referencia a la situación política en este viaje. Tampoco estaba previsto el "encuentro privado" entre Felipe y Raúl Castro en la agenda y puede que haya sido una contrapartida de la negociación para el discurso por parte de las autoridades comunistas, pero como dijo Borrell "la vida es fluida" y está sujeta a cambios e improvisaciones.

Cuba sacará pecho de esas imágenes ante sus ciudadanos como una muestra de respaldo exterior al sistema político

No trascendieron muchos detalles de la reunión. Por el momento se desconocen la duración y lugar del encuentro, pero está previsto que la televisión cubana emita imágenes de esta en el telediario nacional. Borrell vio en este encuentro la forma perfecta para "redondear la visita al máximo nivel". No era la primera vez en que los dos se veían ya que han coincidido en diversas tomas de posesión de diferentes presidentes latinoamericanos y encuentros multilaterales.  

A pesar de las palabras del rey, Cuba sacará pecho de esas imágenes ante sus ciudadanos como una muestra de respaldo exterior al sistema político. Sin duda se trata de un encuentro remarcable teniendo en cuenta que la visita del monarca se hizo coincidiendo con las celebraciones de los 500 años de La Habana, pero sin estar presente en los festejos principales porque se quería evitar la coincidencia con líderes de izquierdas como Nicolás Maduro o Daniel Ortega.

También el ejecutivo cubano está satisfecho con el viaje de estado y hasta con el discurso de Felipe VI que tuvo más aristas. Quedó claro el rechazo de España a la actitud de Estados Unidos hacia Cuba y a las medidas extraterritoriales como la ley Helms-Burton. 

Además, el rey defendió que el futuro del pueblo cubano deben decidirlo sus propios ciudadanos, algo que en el interior de la isla se interpreta como una defensa a la soberanía nacional y de rechazo a las injerencias extranjeras.

Respuesta de Díaz-Canel

Acostumbrado a este tipo de alegatos, el presidente Díaz-Canel encajó bien el discurso aplaudiendo y no fue muy contundente en la respuesta, que se supone que también se pactó pero que no estaba prevista en un principio. 

El líder cubano agradeció las palabras del monarca pero señaló que el país ya había decidido su camino que va en la línea de actualizar el modelo comunista. Hubo espacio para las sutilezas diplomáticas cuando definió a España como un país "de naciones y regiones". 

El líder cubano agradeció las palabras del monarca pero señaló que el país ya había decidido su camino que va en la línea de actualizar el modelo comunista

Cuando Cuba acepta tener diálogos sobre Derechos Humanos con la Unión Europea o países que la integra siempre lo considera como algo bidireccional en la que también se permite dar consejos. Fuentes diplomáticas aseguran que cuando alguna delegación comunitaria ha hecho mención a prisioneros políticos o falta de libertades, desde La Habana se ha respondido preguntando por los presos catalanes del procés o el trato a los migrantes en el Mediterráneo. De modo que el margen de Felipe para su discurso era más estrecho de lo que pueda parecer. 

Díaz-Canel también calificó a los españoles como "amigos de Cuba" y agradeció la presencia empresarial en la isla pese a las trabas y presiones de las diferentes administraciones estadounidenses a lo largo de la historia reciente. 

Aun así, la diplomacia cubana no ha podido resistirse de algo que es habitual cuando el líder de un país amigo, pero no aliado como España visita la isla. La coincidencia con una delegación de un país menor y el mismo trato en los medios y en la recepción.

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