Varios grupos feministas de Bolivia han exigido este viernes la investigación y sanción del personal médico presuntamente relacionado con la interrupción del aborto de una menor de 11 años de edad embarazada de 22 semanas que fue violada por su abuelastro. 

En una rueda de prensa en La Paz, las organizaciones feministas han asegurado que los profesionales de la salud que están forzando a la niña a continuar con el embarazo atentan contra los derechos humanos y contra la vida y salud de la menor.

El comunicado tiene como destinatarios principales a los funcionarios de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y al Hospital Percy Boland, donde estuvo hospitalizada la niña. Los acontecimientos se produjeron en la provincia Ichilo del departamento de Santa Cruz, en la ciudad de Yapacaní. 

En el manifiesto presentado por las feministas exige a los gobiernos municipales que se procese el caso y se destituya al personal que vulneró los principios de confidencialidad e interés superior de la niña. Además piden que se investigue la intromisión de representantes religiosos que presionaron a la familia de la menor para interrumpir el procedimiento.

La interrupción del embarazo de la menor ha sido una cuestión polémica en Bolivia debido a que en un principio la madre de la niña autorizó el aborto, pero poco después lo retiró, al parecer por las presiones ejercidas por un grupo de la Iglesia católica.

En Bolivia el aborto es considerado un delito, exceptuando algunos casos como cuando ha habido agresión sexual, existe una malformación congénita o la vida de la madre está en peligro.

La menor fue violada por su abuelastro de 61 años –ahora arrestado– que la estaba cuidando, puesto que sus padres viajaban constantemente por motivos laborales, tras la violación la niña fue llevada a una casa de acogida de la Iglesia católica.

Los embarazos forzados "se constituyen como tortura"

Algunas organizaciones como Naciones Unidas en Bolivia han considerado que someter a una niña de 11 años a un embarazo "se constituye como tortura".

La ONU ha hecho un llamado urgente ante la situación exigiendo intensificar los esfuerzos para proteger los derechos de las niñas víctimas de violencia sexual y de embarazos forzados y manifestaciones extremas de violencia por motivos de género.

Según organizaciones como la Casa de la Mujer, en 2020 se reportaron 40.000 embarazos de menores de 18 años, lo que supone que 104 niñas se quedan embarazadas por día en Bolivia, seis de ellas menores de 13 años.