Unos 12 empleados del Gobierno de EEUU han dejado su cargo en los últimos nueve meses "debido a nuestra grave preocupación por la política estadounidense ante la crisis en Gaza", según informaron este martes en un primer comunicado conjunto desde la escalada del genocidio palestino y el apoyo de la Administración Biden.

Los extrabajadores denuncian que la gestión del presidente en la masacre israelí sobre la Franja de Gaza es "un fracaso y una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos" y que la promoción del genocidio mediante el envío de armamento al Gobierno de Netanyahu convierte a EEUU en "cómplice de los asesinatos y la hambruna de la población palestina".

La publicación de este documento tienen lugar en el contexto de una encendida precampaña electoral y con la figura de Biden deteriorada tras un reciente debate contra Donald Trump en el que el demócrata titubeó y se mostró algo desorientado por una gripe de la que se estaba recuperando. El Partido Demócrata todavía no ha nominado a un candidato oficial y este comunicado supone otro varapalo al actual inquilino de la Casa Blanca.

Entre los firmantes, se encuentra Josh Paul, un exfuncionario del Departamento de Estado en el que se encargaba de administrar la transferencia de armas internacional y que renunció a su puesto en el mes de octubre. De este modo, Paul fue el primer empleado del Gobierno en dimitir públicamente como rechazo a la guerra en Gaza.

El comunicado también incluye nombres nuevos como el de Maryam Hassanein, asistente especial en el Departamento de Interior que dimitió este mismo martes, y Anna Del Castillo, quien dejó su puesto de subdirectora de la Oficina de Gestión de la Casa Blanca en abril pero cuya renuncia no se había dado a conocer hasta ahora.

Entre los firmantes hay además miembros de las Fuerzas Armadas como Mohammed Abu Hashem, sargento primero de la Fuerza Aérea que renunció después de que su tía en Gaza muriera aparentemente por munición estadounidense. También dimitió la diplomática Hala Rharrit, quien hasta abril ejercía como portavoz en lengua árabe del Departamento de Estado.

Los doce exfuncionarios argumentaron en el comunicado que el Gobierno está "violando intencionadamente múltiples leyes estadounidenses e intentado distorsionar los hechos y utilizar lagunas jurídicas para mantener el flujo de armas a Israel".

Hicieron además un llamamiento a los empleados de la Administración que estén disconformes con la política hacia Gaza a que "levanten su voz" y a que "sigan presionando" para que las cosas cambien.