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Argentina se decanta por el legado del kirchnerismo

El candidato oficialista Daniel Scioli fue el más votado de cuantos aspiran a suceder a Cristina Fernández en las elecciones primarias de este domingo. En la provincia de Buenos el oficialismo ganó en votos al resto de las listas electorales, con su jefe de gabinete Aníbal Fernández vencedor de una interna

Daniel Scioli, vencedor de las primarias, gesticula durante el discurso que ha dado tras conocerse los resultados. REUTERS

ANA DELICADO

BUENOS AIRES- El kirchnerismo que lidera la presidenta Cristina Fernández celebra por partida doble el resultado que obtuvo este domingo en las elecciones primarias. Su fuerza fue la más votada en todo el país y también en el principal distrito de la nación. Su único candidato para suceder a la mandataria, Daniel Scioli, ha ganado estos comicios. El oficialismo sale refrendado con cierta holgura, aun cuando su máxima líder optó por no presentarse en ninguna lista.

Con el respaldo unánime del Frente para la Victoria (FpV), Scioli ha obtenido el 38 % de los votos, y sobresale sobre su rival más próximo por trece puntos de diferencia. El gobernador de la provincia de Buenos Aires es el postulante a la presidencia más apoyado en todo el país, aunque las dos fuerzas opositoras que le hacen frente están a ocho y dieciocho puntos de diferencia de la coalición oficialista.

Si este resultado se trasladara a las elecciones presidenciales del 25 de octubre, a Scioli no le bastarían esos números para evitar la segunda vuelta. Ése es un privilegio que sólo ostenta la presidenta Cristina Fernández, elegida en primera ronda las dos veces que se postuló al cargo que ocupa.

Pero lo cierto es que éstas son las elecciones más importantes en lo que va de año, y las llamadas PASO (elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) suelen establecer un apoyo que resiste fiel para las elecciones presidenciales. Por eso esta votación constituye también la más clara fotografía que hasta ahora puede obtenerse para constatar el apoyo popular de cada uno de los postulantes, al margen de encuestas y opiniones.

Esta votación constituye también la más clara fotografía que hasta ahora puede obtenerse para constatar el apoyo popular de cada uno de los postulantes

Además se despeja el camino para los seis precandidatos que podrán continuar con sus aspiraciones al Gobierno, y elimina a los otros nueve que no consiguieron superar el umbral mínimo (1,5 %) para permanecer en la carrera electoral.

Datos duros

A dos meses y medio de las elecciones generales, Scioli se posiciona entonces por delante de los frentes opositores de Cambiemos y Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), que aunque enfrentaban en internas a rivales, suman en total el 30 % y el 20 % de los votos respectivamente.

En segundo lugar a nivel nacional se confirma el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri, que disputaba el liderazgo de Cambiemos con el líder de la Unión Cívica Radical (UCR), Ernesto Sanz, y la dirigente de Coalición Cívica Elisa Carrió.

Al haber ganado Macri a estos dos últimos por amplio margen, su frente volcará todo su apoyo al único candidato que ahora los representa para alcanzar la Casa Rosada (el palacio de Gobierno). No es menor este respaldo, porque los radicales solían ser la segunda fuerza política de Argentina por detrás del peronismo.

El precandidato Sergio Massa, exfuncionario kirchnerista, confirma su lugar en el tercer puesto con el 13 % de los votos. Él también ganó en una interna, en su caso con el gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota, bajo el paraguas de UNA.

De los cuatro frentes de izquierda que se presentaban, el único que continúa en la contienda es el Frente de los Trabajadores de Izquierda (FIT), una coalición trotskista que enfrentaba en una interna a sus dos precandidatos, Jorge Altamira y Nicolás del Caño. Ganó este último, y en total el FIT consiguió el 3,3 % de adhesión. Es la quinta alianza más votada del país, pero con un magro resultado.

El 72 % de los argentinos fue a votar, mientras que en 2011 votó el 81,41 % del padrón

No puede soslayarse que hubo una merma en la participación en estas PASO presidenciales, aun siendo obligatorias. El 73 % de los argentinos fue a votar, mientras que en 2011 votó el 81,41 % del padrón, año en el que estas primarias se instauraron por primera vez para elegir a los candidatos a presidente y vicepresidente. La lluvia persistente de estas últimas jornadas fue un motivo de desaliento, con varias zonas afectadas por inundaciones.

Provincia de Buenos Aires

El kirchnerismo también reivindica los resultados en la provincia de Buenos Aires, que alberga el 37 % del padrón electoral. Aunque la única candidata de Cambiemos, María Eugenia Vidal, fue la más votada del distrito con el 31 % de los votos, el FpV sacó más sufragios en total porque enfrentaba a dos candidatos rivales pero compañeros dentro de la alianza oficialista: el jefe del gabinete de ministros Aníbal Fernández y el presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez. Con el 20 % de los votos, Fernández le sacó a su adversario dos puntos de diferencia.

El kirchnerismo también reivindica los resultados en la provincia de Buenos Aires, que alberga el 37 % del padrón electoral.

Muy leve impacto tuvieron las acusaciones desde un famoso programa de televisión del grupo Clarín, conducido por el periodista Jorge Lanata, que vinculaba al jefe de ministros con el tráfico de efedrina y lo señalaba como el autor intelectual de tres homicidios. Ajeno a estas denuncias de última hora, el apoyo popular a Fernández se impuso dentro de la contienda oficialista en la provincia más importante de Argentina.

Los guarismos en este distrito también le sonrieron a Macri, porque la relativa victoria de Vidal le beneficia. Es la candidata que él colocó dentro de Cambiemos para luchar por la gobernación de Buenos Aires, e individualmente, ha sido la más apoyada. La apuesta de la fuerza de Massa, el exgobernador Felipe Solá, ha quedado más atrás con el 21% de los votos.

Los 32 millones de argentinos habilitados para votar debían elegir un mínimo de cuatro cargos, según el distrito. Además de designar candidatos a presidente y vicepresidente, optaban también por los postulantes a la Cámara de Diputados y por los parlamentarios del Mercosur, elegidos tanto en representación de todo el país como de cada distrito. Ocho provincias elegían también senadores.

De los once alianzas y partidos que iban a las urnas, quedan seis en disputa para las elecciones presidenciales. Ningún candidato ha sido en realidad consagrado, así que otra campaña política comienza hoy mismo: la que mantendrán los aspirantes a la presidencia en la carrera final por la jefatura de Estado.

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