El periódico opositor ruso Novaya Gazeta ha recibido varias amenazas en relación a uno de sus redactores: Denis Korotkov. Las amenazas se han materializado con la recepción de una corona funeraria acompañada de una nota en la que se decía que el periodista era "un traidor a la Patria" y, al día siguiente, la llegada de una cesta con una cabeza de macho cabrío cortada junto un texto con amenazas a los redactores del medio.

De esta forma, el periódico ruso se ha visto obligado a defenderse mediante un comunicado que ha hecho público. "No vamos a tolerar esto, especialmente porque sabes de dónde proceden las amenazas", tal y como reza el mensaje. Además, desde la redacción aprovechan la ocasión para exigir que se investiguen los hechos y que los culpables reciban su justo merecido.

En concreto, Korotkov es un reconocido periodista de San Petersburgo que antes investigó las tramas empresariales de Yevgeny Prigogine, comúnmente conocido como "el cocinero de Putin", para publicar en Fontanka, otro medio ruso. En su expediente particular, Korotkov cuenta con varias amenazas que le llevaron a abandonar Rusia por un tiempo. 

Por otro lado, la Agencia Federal de Noticias TASS tiene en su web artículos en los que se tilda de "traidor" y "cómplice de terroristas" al periodista; de hecho, esa agencia está relacionada con Prigogine. Las acusaciones que recaen sobre Novaya Gazeta se centran en la revelación de datos sobre pilotos rusos destinados en Siria, una temática de la que el medio ruso en cuestión no ha publicado absolutamente nada.

La cabeza de macho cabrío con la que amenazaron a la redacción del periódico ruso | Novaya Gazeta

Desde Novaya se defienden atacando a los trolls que, en sus propias palabras, "junto a comentarios de algunos líderes de opinión que fueron sobornados y utilizados en la oscuridad, realmente se convierten en un peligro para los periodistas", sentenciaban. Este medio, además, no es nuevo en lo que a amenazas concierne: desde 1993 han asesinado a seis de los redactores del periódico.

Por ahora, la última palabra la ha tenido el Comité para Proteger a los Periodistas, que ha elevado una exigencia a las autoridades rusas para que la seguridad de los "valientes periodistas" de Novaya Gazeta esté garantizada.