Con los rostros desencajados, Antonio Sánchez, alias Pitoño, David Alonso y David Sancio, los tres porteros de la discoteca Balcón de Rosales acusados de la muerte del joven Álvaro Ussía el 15 de noviembre de 2008, escucharon ayer en la Audiencia Provincial de Madrid el veredicto del jurado popular: culpables.

Pitoño ha sido considerado autor de un delito de homicidio con el agravante de abuso de autoridad, lo que se traducirá en una pena de entre 13 y 15 años de cárcel que en los próximos días fijará la juez. Los otros dos han sido declarados cómplices. A ambos, que permanecerán en libertad hasta que la sentencia sea firme, les espera entre 5 y 7 años de prisión.

Tras dos días de deliberaciones, los nueve miembros del jurado han considerado clave en su decisión el informe de los dos forenses que realizaron la autopsia a la víctima. Éstos confirmaron durante la vista que la rotura de corazón que causó la muerte del joven fue “traumática por aplastamiento”. Además, el veredicto da plena credibilidad a los testimonios del primo y del amigo de Álvaro que acompañaban a éste cuando se produjeron los hechos. Ambos hablaron del “rodillazo brutal” que Pitoño propinó en el pecho a la víctima y de “patadas salvajes” de los otros dos condenados.

La Fiscalía y la acusación en nombre de la familia Ussía mostraron ayer su “satisfacción” por el veredicto. Los tres abogados de las defensas anunciaron que presentarán recurso. La letrada de Pitoño señaló a este diario que su defendido le había reconocido tras oír al jurado que estaba seguro de que iba a ser condenado por cómo se había desarrollado el juicio.