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Ortega Cano reclama la nulidad del test de alcoholemia

El torero pide su absolución en el accidente de tráfico en el que murió otro conductor. La Fiscalia solicita para él cuatro años de cárcel

EFE

La defensa del torero José Ortega Cano ha reclamado la nulidad del test de alcoholemia y ha pedido su absolución por el accidente de carretera en el que murió el conductor del coche con el que chocó.  En el test de alcoholemia, Ortega Cano arrojó 1,26 gramos de alcohol por litro de sangre, casi el triple de lo autorizado. La Ficalía de Sevilla pide para el torero cuatro años de cárcel, seis de retirada de carné y una indemnización a la familia del fallecido de 181.122 euros.

Según fuentes del caso, la defensa de Ortega, en un escrito entregado hoy al juzgado de instrucción 9 de Sevilla, pide que declaren en el juicio cinco personas que estuvieron con el torero la tarde previa al accidente y no le vieron consumir alcohol, además del conductor de la ambulancia que le auxilió, un bombero y un médico que le atendió en el hospital Virgen Macarena de Sevilla.

Debido a las graves lesiones que sufrió Ortega Cano, la Guardia Civil no pudo hacerle de inmediato la prueba de alcoholemia, pero el hospital conservó muestras de su sangre en el banco de hematología, 'conforme al protocolo habitual en esa unidad', según el fiscal, y su análisis detectó 1,26 gramos de alcohol por litro, casi el triple de lo autorizado. La defensa cuestiona este informe, en el que presuntamente se rompió la 'cadena de custodia'.

La defensa también pretende aportar al juicio sus propios peritos para combatir el informe de la Guardia Civil que asegura que el todoterreno del torero retirado circulaba a 125 kilómetros por hora en un tramo limitado a 90, y el coche contrario, a 51 kilómetros por hora.

La calificación de la defensa contrasta con la presentada por la Fiscalía de Sevilla, que sostiene que Ortega Cano no se encontraba 'en condiciones apropiadas para conducir' debido a la 'previa ingestión excesiva de bebidas alcohólicas que le mermaban los reflejos', lo que le hacía conducir de manera 'irregular, realizando maniobras arriesgadas para él mismo y los demás usuarios'.

En el kilómetro 28,1 de la A-8002, en un tramo curvo de visibilidad reducida, con señalización de prohibido adelantar y con una señal de 'curvas peligrosas', según el fiscal, Ortega Cano perdió el control del vehículo, invadió durante 60 metros el carril contrario y colisionó de frente con el Seat Altea que conducía Carlos Parra, de 38 años, que falleció al instante por traumatismo torácico severo y rotura cardíaca.

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