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El neonazi de Bilbao que agredió a
un menor, “educador social” en un centro vinculado a Cáritas

Familiares y vecinos del joven agredido por un grupo ultraderechista denuncian que su presunto líder continúa paseándose por el barrio. La Ertzaintza ha anunciado la imputación de un hombre por este caso, pero no ha habido detenciones.

Imagen del brazo del menor tras la agresión por parte de miembros un grupo de extrema derecha.

BILBAO.- Los inmigrantes que acuden al centro de acogida “Lagun Artean” de Bilbao jamás habrían imaginado que entre sus monitores se encontraba un peligroso seguidor de Adolf Hitler. La agresión ultraderechista contra un menor en el barrio de Arangoiti ha dejado al descubierto que uno de sus “educadores sociales” es el principal sospechoso de este ataque, registrado el pasado viernes. Así lo han denunciado los familiares del agredido, quienes han recibido el apoyo incondicional de varios colectivos vecinales y sociales.

Según ha podido confirmar Público, se trata del veterano neonazi sobre el que este periódico informó el pasado martes. Tras varias horas de confusión e informaciones cruzadas, los familiares de la víctima y la coordinadora de grupos sociales y culturales de Arangoiti emitieron este miércoles un comunicado conjunto, en el que reclamaron a Lagun Artean la adopción de las medidas necesarias para que “personas de esta catadura moral dejen de estar realizando el trabajo de educadores sociales”.

Imagen del presunto agresor nazi en Bilbao.

La vinculación del neonazi con esa entidad había sido revelada este mismo miércoles por el diario Gara, aunque sin establecer su papel concreto en el centro de acogida –otras versiones lo situaban como guardia de seguridad-. En ese contexto, fuentes de Sare Antifaxista –colectivo vasco que denuncia este tipo de casos- han asegurado a Público que los responsables de Lagun Artean ya habían sido alertados en enero pasado sobre la militancia neonazi de su empleado. “Por lo visto –han añadido-, entonces no tomaron ninguna decisión”.

Ante las reiteradas peticiones de información de este medio, una portavoz de esta entidad –que se define en su página web como una asociación “vinculada a Cáritas Diocesana de Bilbao”- se limitó a mostrar su condena a “cualquier acción violenta, contra cualquier persona y en cualquier ámbito”, aunque se negó a explicar qué funciones cumple el sospechoso en ese centro. “Las autoridades a cargo de la investigación cuentan con nuestra máxima colaboración –aseguró-. Nosotros no vamos a juzgar ni a hacer nada de nada. Vamos a dejar que la justicia actúe y lo resuelva”, subrayó.

Mientras el teléfono de Lagun Artean no paraba de sonar, la Ertzaintza anunciaba que ya hay un imputado por este hecho. Respecto a su identidad, la Policía vasca se limitó a indicar que se trata de un hombre. “La imputación es consecuencia directa de la denuncia del joven, el cual le señalaba en la misma como uno de los agresores”, explicó. En cualquier caso, la Ertzaintza aseguró que “al margen de dicha diligencia, la investigación policial continúa en estos momentos, a la espera de los resultados de diferentes pruebas periciales y con el objetivo de esclarecer lo sucedido”.

“Orden de alejamiento”

Sin embargo, la familia de la víctima y los colectivos vecinales de Arangoiti denunciaron la “pasividad de la Policía autonómica y del ayuntamiento”. En tal sentido, advirtieron que el menor ya se ha cruzado con su agresor en la calle, a raíz de lo cual “vive en situación de estrés” y se ve obligado a estar “acompañado por parientes para evitar que vuelva a ser agredido”. Por ello, solicitaron una “orden de alojamiento” para el sospechoso. “Los vecinos estamos dispuestos a seguir movilizándonos hasta que se haga justicia y volvamos a vivir en nuestro barrio sin temor”, agregaron.

Un par de horas después de conocerse este comunicado, la Junta de Portavoces del ayuntamiento de Bilbao emitió una declaración de condena al ataque fascista y en solidaridad con el menor agredido, tal como habían reclamado los grupos municipales de EH Bildu, Udalberri –candidatura apoyada por Podemos- y Ganemos. En su nota, la corporación bilbaína exigió el esclarecimiento de lo ocurrido.

“Las autoridades cuentan con nuestra máxima colaboración. Nosotros no vamos a juzgar ni a hacer nada de nada. Vamos a dejar que la justicia lo resuelva”,  afirman desde el centro

De manera paralela, EH Bildu y Udalberri dieron a conocer otro texto, en el que lamentaron que esta reunión de la Junta de Portavoces llegó “cinco días después de la brutal agresión neonazi”. Además, ambas formaciones exigieron que “se investigue y depuren responsabilidades” en torno a una “filtración” informativa de la Ertzaintza a ciertos medios de comunicación con el fin de “sembrar dudas sobre el carácter fascista de la agresión”. “No entendemos cómo ante los graves hechos la persona imputada se encuentra en libertad o cuando menos sin orden de alejamiento alguna, más aun teniendo en cuenta la preocupación existente en el barrio de Arangoiti”, añadieron.

También hubo un pronunciamiento del Consejo de la Juventud de Euskadi (EGK, por sus siglas en euskera), que a través de un comunicado llamó a “hacer frente a la extrema derecha y a movilizarse a favor de una sociedad en paz, justa y respetuosa”. “Desde el último año, distintos movimientos de corte nazi-fascista comienzan a organizarse en nuestro territorio”, advirtió el EGK. Además, exigió a gobiernos y administraciones que “sus actuaciones sean inclusivas y un ejemplo de defensa de la paz, el respeto y la convivencia y contra el fascismo”.

Nuevas amenazas

En ese contexto, desde Sare Antifaxista han alertado sobre una escalada de “amenazas e insultos” contra esta organización por parte de neonazis. En las últimas horas, varios ultraderechistas –algunos de ellos relacionados con Alianza Nacional, un partido legal que se declara nacionalsocialista- han llegado a difundir fotos de integrantes de este grupo a través de cuentas de Twitter. “Están señalando de manera concreta a determinadas personas”, señalaron los responsables del colectivo antifascista, quienes destacaron que “no se trata de la primera vez” que miembros de este grupo reciben amenazas de la ultraderecha. Las alarmas están encendidas.

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