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La "marea de tricornios" toma la calle para exigir más derechos laborales

La protesta se ha celebrado después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid autorizara la movilización, prohibida inicialmente por la Delegación del Gobierno que aludía a la naturaleza "sindical y política" de la misma.

Miles de guardias civiles durante la "marea de tricornios" que ha discurrido por las calles de Madrid. EFE

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MADRID.- Miles de guardias civiles y familiares han protagonizado hoy "una marea de tricornios" por las calles de Madrid para exigir la equiparación de sus condiciones laborales con las de los policías, en una manifestación que ha estado marcada por los atentados terroristas de la pasada noche en París.

Cientos de agentes han portado crespones negros en sus chalecos y banderas después de que los promotores hayan considerado necesario modificar ciertos aspectos de una marcha que, según los organizadores, ha rebasado todas las previsiones con más de 10.000 asistentes, si bien la policía reduce ligeramente esas cifras.

Al contrario que la mayoría de los partidos políticos que hoy han suspendido sus actos en señal de luto, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) -organizadora de la marcha- ha seguido adelante con la protesta para transformarla en "la primera manifestación en apoyo al pueblo francés".

"El apoyo social a los franceses se va a repetir en todos los sitios, lo único que hacemos en solidarizarnos ahora con ellos porque nos tocaba hoy", ha explicado el secretario general de la AUGC, Alberto Moya. "No podíamos dejar de venir porque se ha movilizado a mucha gente de todos los puntos de España", ha añadido.

Al respecto, hay que recordar que la protesta se ha celebrado toda vez que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid autorizó la movilización, prohibida inicialmente por la Delegación del Gobierno que aludía a la naturaleza "sindical y política" de la misma.

No obstante, la Justicia madrileña revocó esta decisión al considerar que el objeto de la manifestación no es otro que la defensa de intereses de índole profesional, social y económico.

De esta forma, la marcha ha arrancado a las doce del mediodía de la Avenida Reina Victoria con una pancarta bajo el lema "Por un futuro con derechos", flanqueada por dos banderas españolas junto a sendas enseñas francesas con crespón negro.

Tras el cartel, una marea de petos verdes ha abarrotado las calles en una marcha plagada de banderas españolas y de todas las comunidades autónomas, pero sobre todo de banderitas blancas donde se leía '14-N mares de tricornios'.

"Somos funcionarios, no lacayos", "Basta ya de abusos" y "Derechos laborales justos", son algunos de los carteles que presidían distintas comitivas de la manifestación, a la que se ha sumado el líder de UPyD, Andrés Herzog, representantes de Ciudadanos y el Sindicato Unificado de Policía (SUP).

Una hora más tarde, la cabecera ha alcanzado la sede de la Dirección General de la Guardia Civil en medio del gran estruendo de pitos y consignas contra el Gobierno que han lanzado los congregados venidos de todos los rincones de España.

"Igualdad, igualdad", "Derechos laborales ya" y "Fuera, fuera" han gritado los guardias civiles que han participado en la protesta, que ha transcurrido sin incidente alguno y custodiada por un bajo dispositivo policial en comparación con otras manifestaciones del mismo número de personas.

Por ello, Moya ha calificado la jornada como "histórica" no sólo por el "éxito" de la convocatoria sino porque, en su opinión, la movilización de hoy ha sido aún más numerosa que la celebrada en 2010, que también tuvo que ser autorizada por los tribunales tras la prohibición del Gobierno.

Al igual que sucedió hace cinco años, los guardias civiles que han recorrido las calles de Madrid han reclamado más derechos fundamentales para los agentes, toda vez que consideran que la actual legislatura ha conllevado "la remilitarización" del cuerpo.

En concreto, denuncian la desigualdad laboral, económica y social de los guardias civiles respecto al resto de cuerpos policiales. "No podemos ser agentes de segunda", ha aseverado Moya.

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