El peor incendio de la historia de Eivissa, que desde el miércoles afecta a una zona montañosa del noreste de la isla, se fue estabilizando 'poco a poco' durante el día de ayer, según informaron en rueda de prensa la consellera balear de Interior en funciones, Pilar Costa, y el presidente del Consell de Eivissa, Xico Tarrès.

También ayer, técnicos del Instituto Balear de la Naturaleza realizaron una primera estimación de la superficie afectada por las llamas y rebajaron a 1.230 hectáreas la zona quemada, en un perímetro que alcanza las 1.440 hectáreas, en cuyo interior hay pequeñas zonas que no han ardido, informa Efe. Las estimaciones disponibles el jueves por la noche llegaron a cifrar en unas 2.000 las hectáreas afectadas.

El Govern balear cifra en 250 personas el número de desalojados

Costa explicó que eran 'moderadamente optimistas' respecto al desarrollo del incendio en las próximas horas y que, aunque seguía activo y sin controlar, estaba 'mucho más estabilizado'. 'Ojalá mañana [por hoy] podamos decir que se ha estabilizado', añadió. La máxima preocupación de los efectivos encargados de su control era ayer la dispersión del fuego, con varios focos cercanos a los municipios de Sant Joan de Labritjay Portinatx, así como las viviendas que se encuentran repartidas por el perímetro.

Durante todo el día de ayer, no hubo que desalojar nuevas casas y, hasta este viernes, los daños materiales se limitan a desperfectos de diversa consideración en diez viviendas, de las cuales sólo una quedó afectada de manera importante, según apuntó Tarrès. El balance de desalojados tampoco sufrió cambios, y las autoridades estimaron entre 220 y 250 el número de personas desplazadas. En esta cifra no se incluyen, sin embargo, los turistas que abandonaron hoteles a instancia de los operadores turísticos o de forma voluntaria. El fuego también afectó al cableado eléctrico y 1.800 abonados se quedaron sin suministro eléctrico, aunque la mayoría lo recuperó a lo largo del día. Otras 300 viviendas sufrieron cortes en sus líneas telefónicas.

1.800 viviendas se quedaron sin luz y otras 300, sin línea telefónica

Mientras tanto, medio millar de personas, entre militares, bomberos, técnicos, voluntarios, policías y guardias civiles, seguían ayer trabajando en la extinción, así como 20 dispositivos aéreos, entre aviones y helicópteros. Hoy serán reforzados por siete vehículos y 20 agentes forestales del País Valencià.

Los momentos más tensos se vivieron en la madrugada de ayer, cuando el fuego llegó al núcleo de Sant Joan y los militares tuvieron que salvar in extremis 15 viviendas que eran amenazadas por las llamas sin control.