La semana laboral de cuatro días es una medida que tiene cada vez más éxito entre las juntas directivas de las grandes empresas y los gobiernos de los países. Telefónica también se ha apuntando finalmente a este modelo productivo y ha decidido extender el proyecto de la jornada laboral de 32 horas a todos sus empleados, pero bajándoles el sueldo.

La empresa de telecomunicaciones española llevaba haciendo una prueba de esta reducción de la jornada desde el pasado mes de octubre, con un grupo de trabajadores reducido. Los resultados del plan piloto han sido tan satisfactorios que han decidido ampliarlo al resto de la plantilla.

El nuevo modelo laboral parece haber convencido, aunque con algunos matices. Al igual que ocurrió en Desigual, esta reforma conllevará una reducción del salario. Algo que no se corresponde exactamente con aquellos que defienden este modelo de reorganización del trabajo, quienes sostienen que la disminución de horas debe acometerse sin mermar el sueldo. 

Se trata de una propuesta a la que podrán acogerse aquellos trabajadores que así lo soliciten entre el 9 de junio al 15 de julio. Por el momento, Telefónica ha optado por un modelo en el que la empresa asume una pequeña parte del sueldo de las horas que se dejan de trabajar, y el empleado el resto. Es decir, el trabajador percibiría sólo un 20% del salario correspondiente al día no trabajado.

Las aspiraciones de los sindicatos es poder llegar a un punto intermedio en un futuro que permita retribuir ese día paulatinamente al trabajador. Tal y como está planteado ahora, los trabajadores podrán elegir cada año entre acogerse a la semana laboral de cuatro días o regresar a una jornada superior con mayor sueldo.