Siemens e Iberdrola escenificaron el viernes su enfrentamiento en el seno de Siemens Gamesa, con sendas intervenciones ante los accionistas durante una junta en la que cada uno defendió su postura sobre la gestión del fabricante de turbinas eólicas.

Iberdrola, principal accionista de la antigua Gamesa hasta su fusión con el negocio eólico de Siemens, se erigió como contrapeso a la alemana y defensor de los accionistas minoritarios antes de comprobar como Siemens hacía valer su participación del 59%, rechazando los dos puntos que la eléctrica había incluido en la junta.

El grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán pedía que la junta del grupo hispano-alemán garantizara que la sede de Siemens Gamesa y del negocio onshore permanezcan en España y modificaciones para reforzar el gobierno corporativo de la sociedad de cara a las operaciones vinculadas.

La presidenta de Siemens Gamesa, Rosa García, en la junta de accionistas.

Siemens Gamesa se adelantó a esa petición y antes de la junta varió el reglamento de su consejo, modificando el artículo 33, referido a las transaciones de la compañía con consejeros y accionistas.

Iberdrola quería imponer la obligación de que se presentara un informe de un experto independiente si se producían transacciones significativas con el accionista mayoritario, señalando a Siemens. El reglamento aprobado hoy fija que esto se deberá a hacer tanto con Siemens como con Iberdrola, es decir, con cualquier accionista significativo.

Asimismo, el reglamento modificado contempla que las operaciones recurrentes ejecutadas a precios de mercado puedan ser aprobadas sencillamente por el consejo de administración, previo informe favorable de la comisión de auditoría.

El consejero delegado de Siemens Gamesa, Marcus Tacke, aseguró en un encuentro con periodistas posterior a la junta que fue una "casualidad" que la modificación del reglamento se realizara el mismo día de la asamblea y coincidiendo con las peticiones de Iberdrola, ya que la compañía llevaba meses trabajando junto con la consultora PWC en estos cambios.

Iberdrola saca a colación el proyecto industrial

En su alegato ante los accionistas, Iberdrola mencionó uno de los puntos más controvertidos de la fusión entre el negocio eólico de Siemens y Gamesa: una exención obtenida de la CNMV que ahorró al grupo germano lanzar una oferta por la totalidad de Gamesa por tratarse de una operación con sentido industrial.

El consejero delegado de Siemens Gamesa, Marcus Tacke, en la junta de accionistas.

"Nuestras propuestas pretenden conservar los principios en que se basó la fusión en la que se creó lo que hoy es Siemens Gamesa y cuyo mantenimiento justifica la presencia de un accionista mayoritario y que no ha formulado opa", explicó Iñigo Elorriaga, representante de Iberdrola en la junta.

"Estos principios están basados ... en la preservación de un estatuto reforzado del accionista minoritatio que sitúe a Iberdrola como una suerte de contrapeso de la influencia de Siemens", agregó.

Un representante de Siemens rechazó las pretensiones de Iberdrola y aunque dijo que los planes de la alemana pasan por que la sede de Siemens Gamesa siga en España, esto no era un aspecto clave del acuerdo con Iberdrola.

"No es un elemento esencial del pacto de accionistas; no obstante garantizamos y estamos garantizando que la sede social va a seguir España", dijo Fernando Ortega, secretario del consejo de Siemens España.

Dicho pacto establece que el conglomerado germano se compromete a apoyar que la sede operativa de Siemens Gamesa y de su negocio de eólica terrestre (onshore) permanezcan localizados en España.