Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, afina cada vez más las líneas maestras de Sumar, su "proyecto de país". Este pasado jueves Sumar puso en común por primera vez las ideas de las más de 1.000 personas  repartidas en 35 grupos de trabajo en un acto público para hacer un primer balance del proceso de escucha y hacer un recuento de ideas programáticas y avanzar algunas propuestas.

En ese acto de Sumar, Yolanda Díaz enumeró algunas de estas propuestas para que el país, según dijo, no caiga en la "barbarie". Y entre esas aspiraciones reivindicó reducir las horas de la jornada laboral –"Ha llegado el momento", dijo–, desplegando una reforma fiscal progresiva, terminar con las horas extra sin remunerar (que estima en torno a 6,5 millones a la semana), limitar urgentemente el precio de los alquileres e incluir la salud bucodental dentro de la sanidad pública, además de combatir la temporalidad de las plantillas sanitarias sobre todo en Primaria, que es "indecente" al alcanzar más del 30% de la plantilla. 

Sumar también propone democratizar el ámbito de la empresa con la participación de los trabajadores en consejos de administración o un nueva manera de concebir el despido que impida salidas injustificadas, con una prestación económica adecuada que disuada a las empresas de prescindir de plantilla.

La ministra de Trabajo también llamó a construir un nuevo "laborismo" en torno a Sumar. De esta forma, Díaz afirmó que su objetivo es "ensanchar la democracia" y evitar que llegue al poder el "la barbarie", se "llame el partido como se llame".

Al tiempo que lanza nuevas ideas, Sumar sigue trabajando en algunas de las propuestas marco, como desplegar una renta mínima básica que con el paso de la década pueda llegar a ser universal junto a una reforma profunda del Estado del bienestar. 

Renovación del marco legislativo laboral

Díaz también ha planteado este viernes que es necesaria una "renovación completa del marco legislativo del trabajo" para acomodarlo al siglo XXI, lo que incluye, también, una revisión de la norma sobre el derecho a huelga, que es "preconstitucional". Es más, ha anunciado que "esto es solo el comienzo".

"Vamos camino a una década progresista en nuestro país, con el mundo del trabajo dentro, con tareas muy relevantes y con debates apasionantes", ha explicado.

Preguntada por la mesa de negociación de la segunda fase de la reforma de pensiones, Díaz ha recordado que depende del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y ha señalado que respeta "absolutamente la negociación" y ha pedido que se deje trabajar a Escrivá. Díaz ha añadido que gracias al Gobierno, las pensiones se revalorizan ahora de acuerdo al IPC, algo que no sería así si gobernara el PP.