MADRID, 3 feb (Reuters) - El grupo energético Gas Natural anunció el miércoles unos resultados anuales que cumplieron las expectativas del mercado y de la propia empresa (un beneficio neto de 1.502 millones en 2015, lo que supone un incremento del 2,7%), pero la falta de visibilidad sobre su aplazado plan estratégico y la futura política de dividendo castigaba en bolsa a sus acciones.

El consejero delegado Rafael Villaseca dijo en la conferencia con analistas que la nueva estrategia de la gasista - inicialmente prevista para el pasado diciembre- se anunciará ahora en el segundo trimestre de 2016, para cuando espera tener más visibilidad en el actual contexto de deprimidos precios del petróleo y el gas.

Aunque Villaseca dijo que las líneas principales del nuevo plan a 2018 ya se encontraban muy avanzadas, añadió que aún no se ha tomado una decisión sobre la política de retribución al accionista, mientras que en el mercado se especulaba con una subida del porcentaje de beneficios que destina a dividendos, actualmente en el 62 por ciento,

"No hay una decisión tomada. La sociedad genera caja que le permite mantener el dividendo que estamos dando", dijo su primer ejecutivo.

Villaseca tampoco quiso entrar en las cábalas del mercado sobre el 30 por ciento que Repsol tiene en Gas Natural, participación no estratégica que la petrolera podría hipotéticamente vender si viese comprometido su amenazado rating.

Preguntado sobre si se habían producido conversaciones con su accionista respecto a esta participación, Villaseca dijo: "Ninguna. Es un tema que compete a Repsol y sobre el que tenemos muy poco que decir".

Resultados sin sorpresas

Antes de la apertura, Gas Natural dijo que su beneficio operativo bruto se incrementó un 8,6 por ciento en 2015 hasta los 5.264 millones de euros, superando su propia meta de 5.000 millones gracias a la contribución de la eléctrica chilena CGE. El resultado estuvo ligeramente por debajo de los 5.329 millones de euros de media de un sondeo de Reuters, aunque algunos analistas no habían contemplado en sus cifras un cambio de perímetro en Chile (la discontinuidad del negocio de GLP) que tuvo un impacto de 112 millones de euros.

La pujanza de CGE, que aportó casi 500 millones de euros al ebitda, compensó la floja evolución del negocio liberalizado de gas y la caída de los precios de electricidad mayorista en España. El ebitda del negocio de comercialización de gas, que aporta el 15 por ciento del total, cayó un 12,6 por ciento, afectado por una caída del precio del petróleo que erosiona los márgenes.

El beneficio neto del grupo participado por La Caixa y Repsol subió un 2,7 por ciento a 1.502 millones, frente a una estimación media de analistas de 1.482 millones, en línea con su propia meta y después de haber tenido menos plusvalías por desinversiones que en 2014, cuando vendió su negocio de telecomunicaciones.

Para este año, la compañía prevé centrarse en el crecimiento orgánico, dijeron sus ejecutivos.