La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha señalado este viernes que continúan las negociaciones entre el Ejecutivo y las entidades financieras para alcanzar un acuerdo sobre las ayudas para las familias vulnerables con hipotecas. La también ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha avanzado que este podría estar listo "en las próximas horas" y ser aprobado en el Consejo de Ministros del próximo martes. 

En unas declaraciones a los medios tras reunirse con la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, Calviño ha añadido que esta batería de ayudas deberían dirigirse a las familias más vulnerables pero también a aquellas de clase medias que puedan encontrarse en situación de vulnerabilidad por la rápida subida del euríbor. 

Según ha explicado la responsable económica del Gobierno, se está trabajando en ampliar y reforzar las medidas de alivio del Código de Buenas Prácticas de la banca para las familias más vulnerables, al tiempo que se pretende adoptar un conjunto de iniciativas para los hogares de clase media que puedan estar en riesgo de vulnerabilidad. "Estamos trabajando de forma constructiva con el sector bancario y yo espero que lleguemos pronto a un acuerdo", ha reiterado.

Calviño espera que el BCE "acierte" con las subidas de tipos

Calviño también ha mostrado su esperanza en que el Banco Central Europeo (BCE) "acierte" en las decisiones que pueda adoptar en los próximos meses en cuanto a la subida de tipos. Sin embargo, la vicepresidenta cree que no es "una tarea fácil" en estos momentos articular una política monetaria que permita contener la inflación sin generar una ralentización excesiva de la economía europea y teniendo en cuenta que la situación entre los países es "muy distinta".

En este sentido, Calviño ha apuntado que los últimos datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) de España, correspondientes al mes de octubre, "confirman la contención de la inflación" en el país, con una tasa en el entorno del 7%, por debajo de la media de la zona euro, y con una tendencia a la baja que contrasta con la tendencia al alza en buena parte de la Unión Europea. "Esto hace que haya distintas situaciones macroeconómicas y de inflación en los distintos países, y esto es un reto para el BCE a la hora de articular una política monetaria única", ha insistido.