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Suárez es el nuevo rey del Liverpool

Los 'reds' golean al Manchester United y aprietan la Premier

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

No ocurre con frecuencia que un delantero marque tres goles y no sea la figura del partido. Pero como Kuyt, el goleador ayer en la victoria del Liverpool sobre el Manchester United por 3-1, es un tipo solidario que no escatima esfuerzos, es probable que no se moleste demasiado.

Tal honor tiene que recaer en Luis Suárez. En unas pocas semanas, ha conseguido que la hinchada del Kop no tenga razones para lamentar la pérdida de Fernando Torres. El uruguayo no marcó, pero intervino de forma decisiva en los tres goles y fue en el primero cuando dejó a todo el mundo pensando si había visto el mejor gol de la temporada.

Arrancó desde una esquina del área grande, muy rodeado por defensas, y los encaró a todos. Regateó a Rafael primero, en el siguiente paso a Carrick y, ya casi pegado a la línea de fondo, no tenía otra que buscar el centro. De ningún modo. Volvió a burlar a otro defensa y pasó el balón entre las piernas de Van der Sar. Cuando el balón estaba casi sobre la línea, Kuyt lo empujó al fondo de la red.

Esta es una liga en la que los aficionados del Liverpool están condenados a sufrir. No porque el equipo haya sido un desastre que sólo ahora comienza a arreglarse, que también, sino porque temen que el Manchester United pueda conseguir su liga número 19 y romper el empate que mantiene con el Liverpool. Tienen todos los motivos para estar muertos de miedo.

Eso es algo que no tuvo ayer el equipo de Dalglish. Frente a la complacencia del United, el Liverpool corrió, desbordó por las bandas, se defendió sin dudas y dejó que Suárez impusiera su dinamismo en ataque. Y al final, en los tres casos en el área pequeña, Kuyt tradujo en goles ese despliegue. El equipo no ha perdido en casa ante ninguno de los diez primeros, así que orgullo no le falta.

Su pasión le pudo costar cara si el árbitro hubiera expulsado a Carragher por una patada brutal a Nani, que salió en camilla. Rafael se cobró la venganza con una entrada no menos salvaje sobre Lucas. El colegiado enseñó sólo tarjetas amarillas, y cuando todos los jugadores se estaban mentando a la madre, se quedó a unos metros con los brazos cruzados. Se nota que los árbitros ingleses son grandes partidarios del castigo corporal.

El United parece dispuesto a demostrar que la Premier está al alcance este año del menos malo. Sus actuaciones fuera de casa son mediocres y apagadas. Ferguson lo ha reconocido, pero no encuentra la manera de resolverlo.

Su equipo conserva el liderato con tres puntos de ventaja sobre el Arsenal y un partido más. El equipo de Wenger empató en casa ante el Sunderland en otra oportunidad desperdiciada. Además, perdió por lesión a Jack Wilshere, que podría quedarse sin jugar el partido ante el Barça.

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