El fútbol italiano, y en especial la azzurra, es sinónimo de orden táctico y, tradicionalmente, de una de las mejores defensas del planeta. Esta escuela de catenaccio, creada por Nereo Rocco a mediados del siglo pasado, contará en esta Eurocopa con Christian Panucci como jugador de mayor experiencia.

A sus 35 años, el zaguero, que jugó en el Real Madrid entre 1996 y 1999, ha vivido una segunda juventud y con sus buenas actuaciones con el Roma en la Serie A se ha ganado a pulso su puesto entre los convocados por el seleccionador, Roberto Donadoni.

Panucci sufrió el pasado jueves un golpe en la rodilla derecha, que afectó su tendón rotuliano, y su presencia para el partido de mañana ante Holanda fue puesta en duda.

Sin embargo, ayer el defensa, tranquilizó a los tifosi. “Me resentí de una lesión que tuve con el Roma y preferí no continuar el entrenamiento. Aún siento un poco de dolor, pero creo que podré jugar contra Holanda”, declaró a Efe.

El zaguero, que puede actuar como lateral y central, volvió a la selección italiana con la llegada de Donadoni tras el Mundial Alemania 2006. Tras su regreso a la azzurra considera que “es un grupo muy unido, y ahora entiendo por qué ganaron el Mundial. Espero que conservemos el mismo espíritu”.

La experiencia de Panucci se unirá a la de otros defensas como Materazzi (34), Zambrotta (31) y Grosso (30), quienes estuvieron en la selección que se coronó hace dos años.

Aunque no estará el lesionado Cannavaro ni nombres rutilantes del pasado reciente como Nesta y Maldini, Italia intentará con Panucci y compañía mantener su tradición defensiva y alcanzar nuevamente la gloria. Van Nistelrooy y sus compañeros les ponen mañana a prueba.