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Fernando Rivas: "No soy un pesetero, pero un campeón del mundo no puede cobrar 2.000 euros"

ENTREVISTA AL ENTRENADOR DE CAROLINA MARÍN. Le da vergüenza que le llamen 'Rey Midas' pero en nuestro país, donde no se llega a las 2.000 fichas de jugadores de bádminton, frente a los millones que hay en Asía, Rivas forjó a una campeona del mundo. Reconoce que el presidente de la Federación se lo está poniendo "muy difícil".

Fernando Rivas conversa con Carolina Marín tras una competición.

MADRID.- Tiene más prestigio en el mundo que popularidad en España. A nivel mundial se le considera como al ‘Rey Midas’ del bádminton. Porque Fernando Rivas es el hombre que ha sido capaz de convertir a Carolina Marin en campeona del mundo. Y él ha sido su profesor, su fuente de inspiración, imprescindible para quebrar esa hegemonía asiática que parecía imbatible.

Ha sido, en realidad, el resultado de años, la consecuencia de lo que hace siete años sólo vio Rivas y que ahora el mundo contempla con admiración y sin resignación. Pero la realidad es que Rivas, de 37 años, tiene una nómina de 2.000 € mensuales en la Federación. “Sé que hay muchos españoles que no llegan a ese dinero, pero entiendo que un campeón del mundo debe cobrar más”, señala sin la vanidad de los vencedores. “Mi objetivo es quedarme, pero imagino que algún día me iré”.

Pregunta: El mejor magazine de bádminton, ‘Bádminton Europe’ se refirió a usted como a “un Rey Midas”

Fue un buen título para vender. Pero ¿qué pasa? ¿qué todo lo que toco lo convierto en oro?

P. Nadie como usted para responder a esa pregunta

Nada de eso. Me da hasta vergüenza recordar ese titulo. Le puedo decir, incluso, que mis amigos se lo toman a guasa. Fue una comidilla.

P. También yo mismo me pregunto si el Rey Midas ganaba 2.000 € al mes

Esa es otra, pero ese es el sueldo que tengo en la Federación y que he tenido que sacar a la luz porque se estaban desviando los problemas que vivimos los entrenadores, los jugadores… Pero el problema no tiene nada que ver con que yo cobre 2.000 €. 

P. De repente, se ha hecho más famoso por su sueldo que por haber sido campeón del mundo

Es una pena, pero así es, y lo cierto es que, si fuese por dinero, yo no trabajaría en la Federación desde 2012… Pero hablar del dinero de los demás es fácil. Mire ahora el caso de Sergio Ramos en el Madrid. Seguro que hay algo más que el dinero.

P. ¿Y qué es lo que hay en su caso?

Bueno, vamos a ver, prefiero no seguir con esto, el objeto de esta entrevista usted mismo me había dicho que no era este. No quiero entrar en más polémica con el presidente David Cabello. Ahí queda lo dicho y la misma gente puede revisar en cuantos países un entrenador campeón del mundo cobra 2.000 €, pero quiero dejarlo ya, porque eso oculta la verdadera crisis que vivimos entrenadores y deportistas.

P. Entonces le preguntaré por Carolina Marín. ¿Nació para ser campeona del mundo o la hizo usted campeona del mundo?

Nació para hacerse, porque nadie nace siendo campeón del mundo.

P. ¿Y la primera vez que usted la vio?

Entonces le dije a mi segundo entrenador: 'con esta chica tenemos una oportunidad para ganar medallas’, no lo dudé un momento, y le hablé de medallas, en plural'.

P. ¿Y él como se quedó?

No sé, no recuerdo, pero él también veía el talento que veía yo. Y por eso fui más lejos en 2008 cuando presenté un Power Point a la Federación que constaba de un proyecto a largo plazo, centrado en Carolina, para abrirnos las puertas de las medallas. No sé si entonces me confundieron con un loco, pero era lo que yo creía.

P. ¿Cómo es el éxito por dentro?

Es difícil que yo pueda contestar a esa pregunta. Tengo una relación de amor y odio con él. De puertas para afuera me resulta muy difícil, porque me obliga a gestionar situaciones nuevas y desemboca en problemas como éste nuestro que, a diferencia de lo que pasa con el entrenamiento, yo no puedo controlar….

P. ¿En 2008 hubiera matado para llegar a esto?

No, me he matado a trabajar, que es diferente

P. ¿Quién trabaja más, Carolina Marín o usted?

Ella en la pista y yo fuera de la pista; ella entrena siete horas diarias, pero yo no dejo de trabajar ni cuando duermo. Hay días en los que sueño con lo que tengo que hacer. Incluso, un día me levanté a las tres de la mañana pensando que ya eran las siete y me duché y me puse a trabajar como si nada, y cuando me di cuenta…

P. Usted habla del bádminton como "un deporte intelectual"

Porque lo es, porque pretendo tratar al deportista como un entrenador que puede jugar y que haga que, en primer lugar, las cosas ocurran desde su cabeza.

P. ¿Entonces un zoquete no podría ser campeón del mundo de badminton?

No, español, sinceramente, no.

P. ¿Por qué español?

A ver si logro explicarme, esto es importante. Es más, le voy a poner un ejemplo. Hace años teníamos un asistente chino en la Federación y cuando empezó a manejarse en nuestro idioma, me confesó que era muy difícil ser entrenador de bádminton en España. Porque venía de China donde estaba acostumbrado a ver 20, 30, 40 jugadores igual de buenos, con la misma técnica, entre los que sólo se trataba de averiguar cuál era el más inteligente de todos, porque ese sería el campeón… Sin embargo, aquí en España…

P. ¿Qué le hizo a usted amar el bádminton?

Yo estudiaba en los Escolapios de Granada donde entró el bádminton y un día, a los 11 años, mis padres quedaron a comer con unos amigos cuyos hijos jugaban la bádminton, me dejaron una raqueta y aquí me tiene…, hasta hoy.

P. Al parecer, el bádminton español acepta que no puede vivir sin usted. Su vanidad la veo justificada

Nadie es indispensable. Pero si somos pocos los que estamos necesitamos continuar. Y en mi caso la única diferencia es que si yo no estuviese esto cambiaría, tendría otro ritmo diferente….

P. ¿Se irá?

Me iré, sí; pero mi objetivo es quedarme. Yo me emociono muchísimo cuando escucho el himno español y no quiero prescindir de eso. Pero está siendo muy difícil. Me lo están poniendo muy difícil. David Cabello ha pasado de ser un presidente extraordinario a ser uno más, de tomar decisiones deportivas a tomar decisiones políticas…, no sé….

P. ¿Quizá usted está esperando a ser campeón olímpico en los JJOO de Río 2016 para marchar?

No, no… Si no me he ido antes ha sido para no abandonar a esos deportistas de la Blume… Pero si algún día me fuese sí me gustaría que no fuese de golpe y poder participar en la formación del siguiente entrenador.

P. ¿Y cómo le explicará que en su deporte el prestigio está reñido con la popularidad?

Es lo que hay.

P. Le concedo la oportunidad de que usted mismo diga lo que vale

Mire, no soy ningún pesetero. Conozco los presupuestos de la Federación y he solicitado algo realista, un aumento del 23% en mi salario que es lo que ha incrementado el Consejo Superior de Deportes a la Federación… Y aun con todo eso no llegaría ni a la mitad de lo que me pagan fuera… Pero no todo es el dinero.

P. Todavía quedan románticos en esta vida

Todavía nos queda el placer de trabajar, de hacer lo que a uno le gusta, de vivir como vivió, mi padre, que era agente comercial, se iba de casa los lunes y no volvía hasta el viernes, y de ese recuerdo no me separo. ¿Por qué yo no voy a ser así?

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