Otra vez una última jornada decidirá el futuro del Betis. Empieza a ser una costumbre esta caminata al borde del precipicio. La última maniobra de esta temporada le exigirá ganar al Valladolid el próximo fin de semana para garantizar su permanencia en la liga BBVA. El empate ante el Málaga y el resto de resultados de los implicados en el drama han complicado todavía más la existencia de los verdiblancos.

Los malacitanos se quedan sin el premio europeo en su vuelta a Primera, aunque el sobresaliente ya lo tenían garantizado desde hace muchas jornadas y no se lo quita nadie. Sin mucho peso en la cartera, los de la Costa del Sol han demostrado que también se puede construir un proyecto sólido.

No ha sido el dinero el problema del Betis. Se gastó dinero. Mucho. Pero no ha servido para dar una temporada tranquila a sus aficionados. Tuvo muchas ocasiones el Betis para finiquitar el curso, pero no han andado finos los jugadores de arriba en toda la temporada.

Edu estuvo a punto de convertirse nuevamente en el héroe de los sevillanos. Enganchó un buen remate desde fuera del área casi finalizada la primera mitad que daba la salvación al Betis. El Málaga lo había intentando. Sólo una extraña carambola evitó el gol de Luque después de que el balón diera en Ricardo, en el larguero y en el poste.

En la segunda parte, el Betis se abrigó a la espera de la contra. La tuvo Oliveira, casi la remata Sergio García que estrelló el balón en el palo. El Málaga no tenía su mejor noche. Faltaba algo de claridad de centro del campo hacia delante. Pero el Betis sintió el miedo y se metió atrás. Temor que transmitió Nogués con el cambio de Rivas por Rivera.

El excesivo abrigo tuvo castigo. Suele pasar. Luque ajustó un disparo lejos del alcance de Ricardo. Volvió a tenerla el Betis en el descuento, pero Emaná retrató la temporada de su equipo en una jugada. Y prolongó el padecimiento una semana.