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El Atleti se denigra

Los de Quique desprecian la Liga y se dejan humillar por el Mallorca

HUGO JIMÉNEZ

El Atlético salió rendido. No le importa la Liga y no se esfuerza en disimularlo. El Mallorca se lo quitó de encima en media hora. Luego se limitó a pasarle por encima, a humillarle. El Atlético ni rechistó. Pareció indiferente ante el paseo de su rival. Las bajas eran notables (Tiago, Ujfalusi, Agüero y Simao), pero pesó más el desinterés general en la enésima actuación plana de los rojiblancos. Por contra, el Mallorca estuvo siempre metido en el partido, muy responsabilizado, consciente de que detrás de los tres puntos estaba un puesto en la Liga de Campeones. No necesitó una tarde brillante. Con muy poco le bastó. El Atlético salió al Ono Estadi con la bandera blanca.

Quique perdió. Las bajas pusieron al técnico en un aprieto y se aturulló. Ibrahima está muy verde. Derrocha carácter y pasión en cada balón que pelea, pero su ínfima calidad técnica le anula en partidos como el de ayer. Al margen de pelear balones aéreos y darse carreras en vano, Ibrahima no aportó nada. Poco más hizo Forlán. El uruguayo sigue siendo una sombra del delantero que fue, del goleador que el año pasado consiguió la Bota de Oro. Está pidiendo a gritos la suplencia. Tal vez hasta la baja. Quique hace tiempo que duda del charrúa y éste le da la razón en el campo. Forlán marcó un gol a un toque, tras un buen servicio de Jurado, pero vivió el partido como si no fuera con él. Es la estampa habitual de su temporada.

El gol fue una anécdota. Todo lo demás lo hizo el Mallorca, antes y después. Muy ayudado, eso sí, por una defensa rojiblanca que se retrató. Especialmente Perea, que vivió uno de esos encuentros en los que cuesta entender por qué se dedicó al fútbol y no a la agricultura. Sus errores aparecieron en los tres primeros goles del Mallorca y en media docena de sus mejores ocasiones. Perea lo hizo todo mal. Hasta se marcó en propia meta. Es un permanente lío.

Sus compañeros de zaga no pueden sacar pecho. Valera, ya saben, es otro misterio. ¿Cómo pudo llegar a vestir esta camiseta? Y hasta Domínguez, López y Assunçao, menos habituales en los desperfectos, tuvieron una tarde desastrosa. Por arriba y por el medio, el Atlético no existió. Ni Reyes se pareció a su reciente versión. El cuerpo lo tenían sobre el césped los rojiblancos, pero la cabeza no. Se quitaron del medio.

Al Mallorca le bastó con decidirse a ir por los puntos. Quique no acertó a corregir nada en el descanso. La segunda parte fue aún peor para los madrileños y mejor para los insulares. Raúl García enloqueció y el Atlético, en inferioridad, fue aún más caricatura. El Mallorca se dedicó a exhibirse y recrearse a balón parado. Hizo literalmente lo que quiso con el Atlético. Y a éste ni le importó.

4 - Mallorca: Aouate; Mattioni, Rubén, Ramis, Corrales; Julio Alvarez, Mario Suárez, Borja Valero (Martí, min. 85), Castro; Víctor (Keita, min. 80) y Aduriz (Webó, min. 73).

1 - Atlético de Madrid: De Gea; Valera, Perea, Domínguez (Juanito, min. 46), Antonio López; Assuncao (Camacho. min. 88), Ibrahima (Salvio, min. 56); Reyes, Raúl García, Jurado y Forlán.

Goles: 1-0, min. 10: Víctor Casadesús regatea en el área y marca con un disparo ajustado al palo; 1-1, min. 23: Forlán, a pase de Jurado;2-1, min. 27: Aduriz, de cabeza, bate a De Gea; 3-1, min. 85: Perea, en propia puerta; 4-1, min. 90: Mattioni engancha una gran volea desde fuera del área.

Árbitro: Turienzo Alvarez (Colegio Castellano-leonés). Expulsó por doble amonestación a Raúl García (min. 55). Amonestó a Domínguez y Borja Valero.

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