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La gran miniserie con dos actorazos cuyo final pide a gritos una segunda temporada

Tras el éxito de la serie 'Yellowstone' y de la precuela '1883', el creador Taylor Sheridan fichó a Harrison Ford y a Helen Mirren para protagonizar '1923', el eslabón que une ambas producciones.

La miniserie '1923' une la precuela '1883' con la serie 'Yellowstone'.
La miniserie '1923' une la precuela '1883' con la serie 'Yellowstone'. SkyShowtime

Quizás 1923, una serie de vaqueros ambientada en Montana un siglo atrás, sirva para entender que cualquier tiempo pasado no fue mejor, que lo que nos aflige ahora ya lo padecieron nuestros bisabuelos y que nunca llovió que no escampara. Así, los antepasados de los protagonistas de Yellowstone también las pasaron canutas y los peligros siempre sobrevolaron como buitres famélicos el rancho de la familia Dutton. No cabe duda, en todo caso, de que los males de ayer no le restan gravedad a los de hoy, aun barnizados de adanismo.

Nada nuevo bajo el sol, un proverbio que, sin ir más lejos, ya aparecía en el Antiguo Testamento. Un sol de justicia que entonces también quemaba la piel y secaba los prados, presagio del Dust Bowl, la gran tormenta de polvo provocada por la sequía y los efectos de la ganadería extensiva. Una crisis climática que agravaría las secuelas de la Gran Depresión, aunque la serie 1923 se desarrolla en la antesala del crac del 29, cuando la cría de ganado comenzaba a ser un negocio menos rentable que el dinero rápido del ladrillo.

Podríamos considerar que también se había quedado anquilosada frente a la minería, pese a que el malo de la película, Donald Whitfield (Timothy Dalton), le deja claro a la pareja protagonista que el problema no son sus pozos, sino el turismo, la verdadera y futura amenaza de la familia Dutton, como los espectadores podrán comprobar en Yellowstone y tal vez en sus propios barrios. Lógicamente, el patriarca Jacob (Harrison Ford) y su esposa Cara (Helen Mirren) no se dejan amedrentar por un empresario sin escrúpulos y defienden su rancho a sangre y fuego.

'1923': de la miniserie '1883' a la serie 'Yellowstone'

Pese a que 1923 (SkyShowtime, también accesible a través de Movistar Plus+) puede verse como una serie independiente, hay personajes que remiten a 1883 y hechos que anticipan lo que sucederá en la serie madre. Jacob es el hermano mayor de James Dutton, el pionero en busca de la tierra prometida que protagonizó la primera precuela. Cuando fallece, Jacob y Cara se hacen cargo de la familia, por lo que sus sobrinos John y Spencer los considerarán como unos padres. Para no perderse con tanto nombre, pueden trepar por el árbol genealógico elaborado por Whiskey Riff.

Árbol genealógico de la familia Dutton, protagonista de las series '1883', '1923' y 'Yellowstone'.
Árbol genealógico de la familia Dutton, protagonista de las series '1883', '1923' y 'Yellowstone'. Whiskey Riff

Además de la dura vida en el valle, el creador de la serie, Taylor Sheridan, deslocaliza la acción y nos traslada a Kenia, donde Spencer trabaja como cazador y libra una batalla interior contra sí mismo, traumatizado por su experiencia en la Primera Guerra Mundial. Interpretado por Brandon Sklenar, el bregado alimañero parece olvidarse de todo, gas mostaza y leopardos incluidos, cuando conoce a la soñadora y osada Alexandra (Julia Schlaepfer), comprometida con un noble hasta su primer cruce de miradas.

Como todo se complica en el rancho, Cara le escribe desesperadamente a su sobrino para que regrese a Montana y ponga todo a raya. Al final, como había quedado claro en las dos producciones anteriores, lo más importante es la familia o, incluso, la tierra. Una tierra, todo hay que decirlo, arrebatada a los pueblos nativos, que protagonizan otra subtrama de la serie. En esta ocasión, Taylor Sheridan incide en el sadismo de los religiosos católicos que dirigen un internado para niñas indias, donde Teonna (Aminah Nieves) sufre la cruel e injusta disciplina impuesta por unos curas despiadados y unas monjas fanáticas.

Nominada a los Globos de Oro, aunque finalmente la ganadora fue Succession, la miniserie puede resultar en ocasiones un tanto deslavazada y, sobre todo, avanza hacia el octavo y último capítulo sin resolver determinadas cuestiones ni cerrar algunas tramas. Tras el éxito de Yellowstone y la reválida de 1883, esta segunda precuela, apuntalada por la interpretación de Harrison Ford y Helen Mirren —cuyos personajes se ven reflejados en los amoríos entre su sobrino nieto Jack (Darren Mann) y Liz (Michelle Randolph)—, termina con ganas de más.

Harrison Ford y Helen Mirren protagonizan la miniserie '1923', precuela de la serie 'Yellowstone'.
Harrison Ford y Helen Mirren protagonizan la miniserie '1923', precuela de la serie 'Yellowstone'. SkyShowtime

Sin embargo, ese final abrupto era en realidad una invitación a una segunda temporada, ya confirmada y pendiente de rodaje, que nos permitirá saber cómo finalizará el acoso al viejo Jacob por parte de Donald Whitfield y su secuaz Banner Creighton (Jerome Flynn), así como la travesía de Spencer desde África hasta Montana. Si llega, reclamará lo que es suyo, porque, como ha comentado en The Guardian Adrian Horton, Yellowstone es "una telenovela sobre los derechos de propiedad" que se disputan la familia Dutton, los pueblos nativos y las élites urbanitas cuyo afán gentrificador amenaza la vida tradicional del valle.

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