El Festival de Málaga de Cine Español abre las puertas de su edición número 15 este sábado y lo hace, como viene siendo habitual, con una apuesta heteróclita en la que se dan cita por igual nuevos y viejos talentos de eso que se conoce como 'cine de autor' junto a cintas claramente comerciales y sin complejos.También hay sitio para tonos intermedios.

La nueva película de Eduard Cortés (La vida de nadie, El payaso y el Führer) The Pelayos, hará los honores y se proyectará tras la gala de inauguración. La cinta, que se estrenará el próximo día 27 (un día antes de la clausura del certamen) es una de las que se disputarán las Biznagas de la Sección Oficial, en la que compiten trece cintas.

Miel de naranjas, de Imanol Uribe, Carmina o revienta, un falso documental con el que el actor Paco León trabaja en familia (su hermana María León y su madre componen el reparto) y se estrena como director, Memoria de mis putas tristes, adaptación de la obra homónima de García Márquez escrita por el que fuera guionista de Buñuel, Jean-Claude Carrière, y Buscando a Eimish, el primer largo de ficción de Ana Rodríguez Rosell, son algunas de sus contrincantes.

Este año, el director y novelista Gonzalo Suárez (uno de los pioneros de la vanguardia cinematográfica española, autor de Ditirambo), presidirá el jurado de la Sección Oficial de Largometrajes, compuesto por Iván Trujillo, Isona Passola, Enrique Brinkmann y los actores Goya Toledo, Raúl Arévalo e Inma Cuesta.

A las secciones habituales del festival de Cine Español Zonazine, Documentales, Videocreación y Territorio Latinoamericano se une Animazine, un nuevo espacio con el que el certamen pone de manifiesto la creciente importancia de la animación en el cine español. Bajo sus auspicios se proyectará 30 años de oscuridad, nominada a Mejor Largometraje Documental en la última edición de los premios Goya.

Otra de las creaciones más reseñables del certamen, al que el año anterior acudió un total de 55.700 espectadores, es Hijos de las nubes. Presentada a concurso en la sección Documentales, en ella Javier Bardem, que también produce la pieza, es perseguido por la cámara del neófito Álvaro Longoria durante un personal itinerario de citas diplomáticas y secuencias de rabiosa realidad, que encaran la injusticia en que sobrevive un pueblo olvidado, el Sáhara Occidental.

El Premio Eloy de la Iglesia, que ya ha reconocido el trabajo de promesas del sector como Isaki Lacuesta, Juan Carlos Fresnadillo o Nacho Vigalondo, será este año para Cesc Gay (En la Ciudad, V.O.S o Ficción), en cuyas obras destaca el sentido del humor y la profundidad de los personajes.

También Elena Anaya, que este año se ha llevado el Goya a Mejor Actriz y los premios José María Forqué y Fotogramas por su interpretación en La piel que habito, acudirá al festival a recoger el premio Málaga Sur, mientras que Jaime Chávarri será homenajeado con el Premio Retrospectivas, por el que el festival programará una amplia muestra de su filmografía. El galardón Ricardo Franco será para el compositor Roque Baños, que ha musicado, entre otras, Las 13 rosas, Torrente, Alatriste o Celda 211.

Unas cuatrocientas butacas hinchables transformaron ayer la emblemática calle Larios de Málaga en una sala de cine improvisada para dar la bienvenida al certamen, informa EFE. Los asistentes, ataviados con gafas para ver cine en tres dimensiones, fueron obsequiados con paquetes de palomitas antes de ser sorprendidos con una representación musical, que sustituyó a la película que esperaban. Después, pudieron llevarse las butacas como recuerdo.

Los músicos de calle tocaron bandas sonoras de películas por el centro histórico, ya recorrido por la larga y ancha alfombra roja, y las exposiciones sobre el cine ya han tomado la ciudad.