MADRID.- "El trabajo de actor te obliga a no juzgar y a ponerte en el lado del otro", dice Antonio de la Torre a Pablo Iglesias durante la entrevista en Otra Vuelta de Tuerka. "De hecho creo que no se puede ser actor sin tener empatía. No se puede contar lo que no se conoce.", añade el intérprete.
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El andaluz Antonio de la Torre (Málaga, 1968) era un periodista que soñaba con ser actor. Con 24 años dejó su contrato indefinido en Canal Sur para apuntarse a los cursos de interpretación de la escuela Cristina Rota junto al que fuera su compañero de pupitre en la Facultad de Periodismo, Alberto San Juan. Una apuesta arriesgada pero que, tal y como reconoce De la Torre durante la entrevista, partía de una pregunta que no admitía un 'no' por respuesta: “¿El Antonio de 40 años podrá perdonar al Antonio de 24 años no haberlo intentado?”.

Poco más de 20 años después se ha conseguido hacer un hueco en la difícil escena nacional convirtiéndose en uno de los intérpretes más solicitados, con más de 50 papeles a sus espaldas. Además, acumula siete nominaciones a los Goya y una estatuilla por su papel de preso en Azuloscurocasinegro, de Daniel Sánchez Arévalo.

Nos tiene acostumbrados a papeles de personajes oscuros y complejos: un policía violento, un caníbal, un gordo torturado, un payaso sádico... Sin embargo, durante la entrevista es todo sonrisas y bromas. “¿De dónde sacas esos personajes?”, pregunta sorprendido Pablo Iglesias. “La interpretación es terapéutica porque permite canalizar esa parte que todos tenemos que me cago en Dios”, ríe el actor.

También hubo tiempo para hablar de la situación política actual. Antonio de la Torre dejó clara su postura: "Yo creo que necesitamos una confluencia. La gente decente que quiere hacer las cosas de otra manera somos mayoría."