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Fumar marihuana en la adolescencia no provoca problemas físicos ni mentales, según un estudio

Una investigación que ha analizado a 408 varones de Pittsburgh (EEUU) desde los 14 hasta los 36 años no ha encontrado ningún vínculo entre el consumo de esta droga y el posterior desarrollo de síntomas psicóticos, cáncer, asma, depresión, ansiedad, alergias, dolores de cabeza o presión arterial alta.

Imagen de archivo de una plantación de marihuana.- EFE

EUROPA PRESS

MADRID.- El consumo crónico de marihuana en la adolescencia no parece estar relacionado con problemas de salud física o mental posteriores, como depresión, síntomas psicóticos o asma, según un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología.

Investigadores de la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de Rutgers han estudiado a 408 varones desde la adolescencia hasta pasados los 30 años para un estudio que ha publicado la revista Psychology of Addictive Behaviors.

"Lo que encontramos fue un poco sorprendente —ha admitido el autor principal, Jordan Bechtold, investigador de psicología de la Universidad de Pittsburgh Medical Center—. No hubo diferencias en ninguno de los resultados de salud mental o física que medimos con independencia de la cantidad o la frecuencia de la marihuana consumida durante la adolescencia".

El consumo de marihuana ha sido objeto de un intenso estudio al tiempo que varios estados norteamericanos han legalizado esta droga, lo que llevó a los investigadores a examinar si el uso de marihuana entre adolescentes tiene consecuencias para la salud a largo plazo.

Según lo hallado en algunos estudios previos, esperaban encontrar algún vínculo entre el consumo de marihuana en adolescentes y el posterior desarrollo de síntomas psicóticos (delirios, alucinaciones, etc.), cáncer, asma o problemas respiratorios, pero no hallaron ninguno. El estudio tampoco encontró ningún vínculo entre el consumo de marihuana en adolescentes y la depresión, ansiedad, alergias, dolores de cabeza o presión arterial alta.

La investigación parte de un estudio sobre jóvenes de Pittsburgh que hizo el seguimiento de estudiantes (hombres) de 14 años de escuelas públicas a finales de 1980 para analizar diversos temas sociales y de salud. Durante 12 años, los participantes fueron encuestados anualmente o semestralmente hasta 2010, cuando tenían 36 años.

Una investigación de 12 años

La muestra del estudio fue del 54% de alumnos negros, 42% blancos y un 4% de otras razas o etnias. No se registraron diferencias en los resultados por la raza o el origen étnico. No se analizaron a mujeres y entre los hombres investigados relativamente pocos tenían síntomas psicóticos.

Los participantes fueron divididos en cuatro grupos en función de su consumo de marihuana: no usuarios (46%); usuarios crónicos tempranos (22%); los que sólo fumaron marihuana durante la adolescencia (11%); y los que empezaron a consumirla después de la adolescencia y siguieron haciéndolo después (21%).

Los usuarios crónicos tempranos reportaron un mayor consumo de marihuana, que aumentó rápidamente durante la adolescencia a un pico de más de 200 días al año de consumo medio cuando tenían 22 años y luego se reducía según se hacían mayores.

Los investigadores controlaron otros factores que podrían haber influido en los resultados, incluyendo el tabaquismo, el uso de otras drogas ilícitas y el acceso de los participantes a los seguros de salud.

"Nuestra intención al realizar este estudio es aportar datos al debate sobre la legalización de la marihuana, pero es un tema muy complicado y un estudio no debe ser tomado de forma aislada", puntualiza Bechtold.

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