A los defensores de los derechos humanos no les ha sentado muy bien la alerta sanitaria que las autoridades galas difundieron anteayer, avisando a las mujeres que han abortado en las clínicas del doctor Carlos Morín sobre el riesgo de haberse contagiado de sida, puesto que 'un doctor de estas clínicas sería portador del VIH'.

Algunas ONG advierten del riesgo que conlleva este tipo de 'comunicados'. Gonzalo Mazuela, del Observatorio de Derechos Humanos y VIH/SIDA, explica que 'con este tipo de noticias amarillistas y alarmantes, hay que tener mucho cuidado porque se está transmitiendo miedo a la gente'.

Además, Mazuela insiste en que hacer pública esta información estigmatiza a las personas infectadas por el VIH.

Las autoridades francesas se han puesto en contacto con las catalanas para pedir explicaciones sobre la enfermedad del doctor, pero fuentes de la Conselleria de Salut explicaron a este diario que no les facilitaron los datos: 'Esta información no es pública y pertenece al ámbito de la intimidad'.

Además, hay que tener en cuenta que la praxis médica no está reñida con padecer VIH si se cumplen los protocolos establecidos internacionalmente. El propio comunicado galo recuerda que 'el riesgo de transmisión del VIH de un profesional de la sanidad a un paciente está considerado como muy débil'.

Sin embargo, la nota, difundida el martes por el Ministerio de Sanidad francés, insta a las mujeres que han abortado en TBC, Emece, Ginemedex y la Fundacion Morín a ponerse en contacto con su médico de cabecera para hacerse unos análisis de VIH.

Fuentes del mismo Ministerio, consultadas ayer por Público, afirmaron que el comunicado 'había sido solo por precaución' y porque el doctor Carlos Morín 'está sometido a un proceso judicial por incumplir medidas
higiénicas'.