Un millar de inmigrantes tamiles reclamó hoy frente a la sede de la ONU que el organismo evite la "matanza" de la población civil atrapada por los combates entre el Ejército de Sri Lanka y los rebeldes tamiles en el norte del país.

Los manifestantes, procedentes de diversos puntos de Estados Unidos y Canadá, pidieron al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que imponga un alto el fuego y proteja con "cascos azules" la llamada zona de seguridad donde se encuentran los 100.000 civiles atrapados por el conflicto.

"ONU, salva a los tamiles" y "Detengan el genocidio" fueron algunas de las consignas que corearon los manifestantes, que portaban pancartas y camisetas con las siglas de la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE).

También mostraban carteles con fotos de presuntas víctimas civiles de la ofensiva lanzada el año pasado por el Ejército ceilanés, que ha conseguido arrinconar a los rebeldes en una pequeña zona del noroeste del país.

"Nos tememos que si la comunidad internacional no interviene, esta situación desembocará en una matanza", dijo a Efe uno de los dirigentes de la organización Tamiles en contra del Genocidio, Elias Jeyarajah.

Aseguró también que las fuerzas armadas cingalesas bombardean indiscriminadamente las áreas donde se encuentra la población tamil, y a las que la prensa internacional no tiene acceso.

"La comunidad internacional no se puede quedar mirando cómo, de nuevo, se comete un genocidio", apuntó.

El dirigente tamil aplaudió la postura del actual presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador mexicano Claude Heller, que junto a EE.UU. y otros países está dispuesto a incluir la situación en Sri Lanka en la agenda del máximo órgano de la ONU.

Sin embargo, China y Rusia respaldan la posición del Gobierno de Colombo de que su lucha contra la guerrilla tamil es un conflicto interno que no tiene implicaciones para la paz y la seguridad internacional.

Al mismo tiempo, Jeyarajah puso en duda las afirmaciones de responsables de la ONU y de organizaciones de derechos humanos de que el LTTE impide la salida de los civiles porque los utiliza como escudos humanos.

"Nosotros mantenemos un contacto directo con la gente allí y la situación no es tan clara. Muchos de los civiles no quieren abandonar la zona porque tienen miedo de que el Gobierno los confine en campos de internamiento", agregó.

El portavoz de la ONU, Farhan Haq, reiteró hoy el llamamiento del secretario general del organismo, Ban Ki-moon, a las dos partes para que respeten el derecho internacional.

El jefe de gabinete de Ban, Vijay Nambiar, se reunió hoy en Colombo con el presidente ceilanés, Mahinda Rajapaksa, para trasladar la preocupación de Naciones Unidas por la suerte de estos civiles, agregó el portavoz.

El LTTE lucha desde 1983 por obtener la independencia en las zonas de mayor presencia tamil -norte y este- aunque en el último año y medio el Ejército le ha arrebatado la mayor parte de su territorio, incluidos sus bastiones más significativos.