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El "surf" y el rock también son para el verano

EFE

Muchos de los niños que se vayan este próximo verano de campamento cambiarán la cantimplora y el saco de dormir que protagonizaban las aventuras estivales de sus hermanos mayores y sus padres por la tabla de "surf", la guitarra de rock o el diccionario de chino mandarín.

Los hijos de la generación que pasaba los veranos en campamentos al estilo de películas como "Tú a Boston y yo a California" han refinado los gustos de sus padres y buscan formas de ocio más exclusivas, en línea con nuevas tendencias que vienen de Norteamérica.

Las empresas de ocio juvenil han encontrado un filón en las playas y el clima de la Comunitat Valenciana, que se está convirtiendo en uno de los principales destinos de los amantes de los deportes náuticos de toda España.

Tradicionales enclaves playeros de la costa valenciana como Oliva, Moraira o Piles albergan cada verano a centenares de niños que reciben su bautismo náutico en campamentos especializados en este tipo de deportes: la vela, el piragüismo, el "body board" y, sobre todo, el "surf".

"Este año tenemos overbooking", confiesa Luis Faguas, responsable de l'Escola de la Mar de Piles, que este verano -el cuarto en que abre el campamento náutico- se ha visto desbordada por la avalancha de solicitudes.

Más de 300 niños de entre 9 y 14 años aprenden allí cada verano a manejarse con la piragua, a mantenerse el equilibrio sobre la tabla de "surf" o a gobernar una embarcación de vela, y "siempre repiten", dice Faguas, que explica así el éxito de este campamento.

Esta forma de ocio estival tiene ya cierta tradición en la Comunitat, que cuenta con escuelas náuticas que organizan campamentos desde hace más de quince años, en Oliva o en Valencia, donde se instruye a más de 6.000 niños y jóvenes cada año, procedentes fundamentalmente de Madrid.

Ambas han contribuido a que "un deporte considerado exclusivo en el pasado, sea hoy por hoy, uno de los más populares en nuestro país", afirma la directora comercial de Educacción, Mónica Sedeño.

No obstante, el precio de estos campamentos, que oscila entre los 240 y los 400 euros por semana, no está al alcance del bolsillo de algunos padres que buscan una solución económica además de divertida para tener a sus hijos atendidos en vacaciones.

Un nuevo campamento temático busca su hueco en el ocio infantil español: el "campamento rock", importado directamente de Estados Unidos e inspirado en películas musicales de la "factoría Disney" como "Camp Rock", que están contribuyendo a popularizarlo en nuestro país, según la SGAE.

Al campamento rock de Abejar (Soria), el único de carácter musical que funciona en España, se sumará pronto otro en Valencia, que verá la luz el próximo año impulsado por la asociación de escuelas de música moderna Multimúsica Educativa (MME), indica su representante Jorge Lario.

Entre las nuevas tendencias se encuentran también los cursos de idiomas exóticos como el chino, que en pocas semanas enseñan a los preescolares a reconocer los caracteres del mandarín, a comer con palillos y a jugar a las damas chinas.

Todavía son pocos los padres que se decantan por esta inmersión total en la cultura oriental, y la gran mayoría sigue prefiriendo que sus hijos aprendan idiomas como el inglés, aunque a través de propuestas más originales como campamentos donde puedan interactuar con niños nativos, como los que la academia Enforex organiza en ciudades como Valencia o Marbella.

Aunque menos exclusiva, la opción más asequible sigue siendo la de las escuelas de verano, donde niños de 4 a 14 años pueden participar en un programa repleto de actividades didácticas, deportivas y destinadas a fomentar la convivencia durante todo un mes por 400 euros.

De todas ellas, l'Escola d'Estiu de la Universidad Politécnica de Valencia es la más importante de Europa por número de escolares inscritos -1.700 cada mes de julio- y una de las más veteranas, con veintidós años de historia.

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