El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha sido recibido a lo grande en el X Congreso Confederal de Comisiones Obreras que arranca este jueves en el auditorio Marcelino Camacho de Madrid y en el que será reelegido previsiblemente el secretario general del sindicato, Ignacio Fernández Toxo. Pitos, abucheos y descalificaciones para un Rosell que representa a la misma patronal que a principios de enero decía que la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy se había quedado corta. “Demostrad la discrepancia con el silencio”, dijo en tono irónico el secretario de Organización saliente y presidente de la mesa, Antonio del Campo, para que los más de 700 delegados allí presentes le dejaran hablar. De ahí que no le haya quedado más remedio que hablar de las buenas relaciones que tiene con los sindicatos y ensalzar su tarea.

“Conozco bien a los sindicatos y tengo amigos dirigentes y cuando tienes amigos funcionas más y mejor porque sé lo que dicen, lo que hacen, y lo que sufren”, dijo después de haber reclacado que “no me gustan las campañas de descalificación que se os hace a los sindicatos. Es injusta”.

Rosell no tenía mucho más que decir. Hizo ver al auditorio que sí, que el desempleo también le preocupa a los empresarios, pero que “también han caído muchas empresas, muchos empresarios y muchos autónomos y detrás de ellos han caído también muchos patrimonios. El presidente de la CEOE llamó a las organizaciones sindicales y empresariales a emprender una profunda “modernización y renovación”, reconoció que “a veces tenemos salidas de tono los unos con los otros” y poco más.

Se encargó de contestarle el secretario general de la UGT, Cándido Méndez, que está invitado al Congreso. “Sé que todos nos tenemos que renovar señor Rosell, pero mucho ojo, hay quienes hagamos lo que hagamos nunca van a estar satisfechos porque no es que quieran otro sindicato, es que no quieren sindicatos. Tengámoslo claro”.

Méndez dedicó buena parte de su intervención al debate sobre el estado de la nación que se ha cerrado este mediodía y sobre el discurso inicial del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy afirmó: “Dijo algo así como que ‘ya tenemos la cabeza fuera del agua’ y yo diría que estamos con el agua hasta el cuello y no nos llega hasta la coronilla, aunque estemos hasta la coronilla de esta situación, por el empeño de la sociedad, de los trabajadores y profesionales”.

El secretario general de UGT, sin embargo, defendió la labor de la política, culpó a las “políticas impuestas por las instituciones europeas” de la situación actual y de la proliferación de los recortes y privatizaciones y alertó de la “acumulación de desafección democrática muy seria” que se vive estos días.