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Robots y dispositivos más interactivos traen el futuro tecnológico a Campus

EFE

Robots que cocinan y pintan retratos, una especie de diadema que detecta las señales de las neuronas y permite mover objetos virtualmente o una pantalla táctil en tres dimensiones son algunas de las "piezas" del futuro tecnológico que se muestran estos días en la Campus Party.

"La idea era ir un paso más allá en el futuro de los juegos, de la robótica o del transporte y, sobre todo, traer aplicaciones muy interactivas, muy cercanas al usuario", explicó a la prensa Enrique Nimo, coordinador de contenidos internacionales en el espacio Campus Futuro, que permanecerá abierto al público toda la semana.

Nao, un robot doméstico con gestos y acciones muy similares a las de los humanos, es una de las estrellas de esta área de la cita tecnológica, que ayer se inauguró con un baile de este robot imitando a Michael Jackson.

Uno de sus diseñadores, Romain Danos, se mostró convencido de que este tipo de robots tendrá un uso generalizado "muy pronto" y avanzó que en un par de años ya estarán a la venta en España con un precio que rondará los 3.500 euros.

Sus aplicaciones, explicó, irán desde labores de asistencia a colectivos con alguna discapacidad a entretenimiento en el hogar o ayuda en las tareas domésticas.

Al lado de Nao, Dabot y Chief Cook, dos "alter ego" del robot HOAP-3 de Fujitsu, muestran dotes culinarias y de pintura, que aprenden por imitación y en base a complejas estadísticas.

En el capítulo de juegos se puede ver una especie de rompecabezas virtual, con tres pequeños cubos que el usuario debe mover para encontrar la salida por la habitación adecuada; un giroscopio de la Nasa adaptado para manejar unas naves o un bote de pintura en "spray" virtual para la consola Wii.

También acapara la atención de los visitantes, "Emotiv", un dispositivo en forma de diadema con 16 sensores que detectan las señales de las neuronas y permiten mover objetos de forma virtual sólo con pensarlo.

Tan Le, una de las responsables de este producto, explicó que el aparato primero estudia cómo funciona cada cerebro y luego es capaz de detectar las señales que emiten las neuronas para trasmitirlas al ordenador y que se ejecute la acción, por ejemplo, mover una caja o hacerla desaparecer.

En el capítulo de transporte, la Campus ve el futuro en WheelSurf, una especie de motocicleta en forma de rueda que consume menos, y el de las pantallas, en un paso más en el mundo táctil con Impress, una en tres dimensiones que se hunde al tocarla.

Para el responsable de estos contenidos, además de la interacción y de acercar una tecnología más humana, la clave de todo este espacio ha sido el fuerte vínculo con las universidades, detrás de muchos de estos proyectos.

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