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Rajoy: "La seguridad de Libia es nuestra seguridad"

EUROPA PRESS

España ha reunido a una veintena de países en la Conferencia ministerial sobre la Estabilidad y el Desarrollo en Libia, a la que por parte libia acude el ministro de Exteriores Mohamed Abdelaziz como representante del Gobierno reconocido por la ONU. También se han sumado Argelia, Chad, Egipto, Túnez, Marruecos, Mauritania, Níger, Sudán, Francia, Portugal, Grecia, Italia, Malta y Chipre.

En la cita participan, además, responsables de la Liga Árabe, la Unión Europea, la Unión Africana, y la Unión por el Mediterráneo, así como el representante del secretario general de la ONU para Libia, Bernardino León.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha encabezado la recepción a los asistentes en el Palacio de Viana, tras la que Rajoy ha recordado la historia y objetivos compartidos entre España y Libia. 'La seguridad de Libia es nuestra seguridad, la estabilidad de Libia es nuestra estabilidad', ha añadido.

En 2011, los libios 'alzaron su voz y derribaron barreras', pero Libia se ve ahora de nuevo 'sumida a la violencia', según Rajoy, que ha alertado del 'peligro' que representa esta situación porque 'supera los límites geográficos'. España, que ve en Libia una 'prioridad', mantiene una 'firme voluntad' de construir un Estado 'con instituciones sólidas y cuya integridad territorial resulte preservada', si bien ha apuntado que son las autoridades locales las que tienen que 'guiar' el proceso.

'Para escribir una nueva página en la historia de Libia, es condición indispensable que las armas cedan el paso a la Policía', ha añadido Rajoy, que ha condenado la violencia 'indiscriminada' y los 'execrables' ataques terroristas. En este sentido, ha avisado de que los esfuerzos de estabilizción 'serán inútiles' sin seguridad.

'Para escribir una nueva página en la historia de Libia, es condición indispensable que las armas cedan el paso a la Policía', dice Rajoy

Exteriores decidió convocar este encuentro para complementar otras iniciativas internacionales ya puestas en marcha y tras constatar el grave deterioro de la situación en Libia desde el pasado 14 de julio, cuando los enfrentamientos entre distintas milicias en Trípoli motivaron el cierre del aeropuerto internacional y la evacuación progresiva de numerosos extranjeros y misiones diplomáticas.

La actual crisis política en Libia —donde las milicias islamistas y sus aliados controlan Trípoli y combaten por Benghazi— tiene su origen en que el anterior Parlamento, dominado por los islamistas, no reconoce a la nueva Cámara elegida en las urnas el 25 de junio e incluso ha nombrado a su propio primer ministro.

Rajoy ha subrayado que este Parlamento, instalado en la ciudad de Tobruk, tiene 'clara legitimidad política', y España ve en estas nuevas autoridades a las responsables de liderar el proceso de reconciliación nacional.

En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-argallo, ha llamado a resolver la 'situación de emergencia' que está atravesando Libia. El jefe de la diplomacia española ha alertado de que el país norteafricano tiene que hacer frente, por una parte, a los simpatiantes del antiguo régimen y, por otra, a los que 'pretenden imponer el caos para beneficiarse de la confusión'.

Para Margallo, el 'caos' supondría la llegada del yihadismo. 'Libia es una piedra preciosa en su sueño por crear un califato unificado', especialmente por su posición geográfica. En este sentido, el ministro ha recordado la 'cercanía a Europa' de Libia y ha subrayado la necesidad de trabajar para que no se repitan 'persecuciones y ejecuciones' como las de Estado Islámico en Siria o Irak.

Margallo ha prometido que los 'amigos' no dejarán sola a Libia en sus esfuerzos por ser 'unida y próspera. 'Estamos aquí para ayudarles a cumplir esa promesa', ha dicho el ministro, quien ha apuntado que los representantes institucionales del pueblo libio 'se deben a los que les han elegido'. El ministro de exteriores también ha recalcado que la comunidad internacional también puede ofrecer ayuda al país de Oriente Medio: 'todos nos hemos juramentado a ayudar al pueblo libio para su futuro más próximo'. Margallo ha subrayado que, con independencia de toda la ayuda que necesita Libia, la solución tiene que venir de la mano de los propios ciudadanos y autoridades de ese país.

El representante especial de la ONU para Libia, el español Bernardino León, ha advertido a la comunidad internacional de que si no reconoce que la estabilización de este país no es sólo una cuestión interna, habrá consecuencias muy graves para la paz y la seguridad mundiales.

El representante de Naciones Unidas ha elogiado esta iniciativa en un momento crítico de la transición en Libia y ha considerado la numerosa presencia de enviados por parte de países e instituciones como una muestra del reconocimiento internacional a la importancia de la estabilidad en Libia.

A su juicio, 'la solución para Libia tiene que ser Libia', negociando en el marco de la actualidad legitimidad política emanada de las elecciones. 'Los dirigentes libios tendrán que actuar rápidamente y buscar una solución política a través de un diálogo de fondo e incluyente', ha señalado León, quien ha garantizado que la ONU hará todo lo que esté en sus manos para ayudar a los libios a ir reduciendo sus divisiones.

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