Esperanza Aguirre aprovechó la apertura del sumario del caso Gürtel para marcarle de nuevo el paso a Mariano Rajoy. Y el líder del PP no parece dispuesto a seguir el camino que le muestra su rival. El pasado jueves, la presidenta madrileña anunciaba que sus tres diputados imputados en este escándalo dejaban de formar parte del Grupo Popular en la Asamblea. Se trataba de un gesto que hacía girar todas las miradas a Rajoy, que a día de hoy mantiene en los escaños del PP al diputado Jesús Merino y al senador Luis Bárcenas. Y que, a tenor de lo que sostienen en su equipo, seguirá haciéndolo.

'Los casos de Bárcenas y Merino no son, en absoluto, extrapolables a los de Alberto López Viejo, Alfonso Bosch Tejedor y Benjamín Martín Vasco. El levantamiento parcial del secreto de sumario no ha arrojado nada nuevo sobre ellos', sostienen desde la dirección del PP para justificar la decisión de Rajoy de no variar el estatus de sus dos parlamentarios.

El PP argumenta que no se han conocido novedades sobre los aforados

Argumento similar empleó el pasado viernes el secretario general del grupo parlamentario popular, José Luis Ayllón, preguntado por el futuro de Merino. A su juicio, de la lectura de la parte del sumario fuera ya del secreto 'no se deduce ni una sola novedad'.

Hace un par de semanas, el Congreso de los Diputados aprobó conceder el suplicatorio de Merino para que pudiera ser investigado por el Supremo, paso similar al que siguió en el Senado para Luis Bárcenas.

Pese los argumentos que esgrime el entorno de Rajoy para mantener a diputado y senador en sus asientos, un documento incluido en el sumario, y remitido al juez Baltasar Garzón por la Brigada de Blanqueo de Capitales de la Policía, ubica al ex tesorero de Rajoy como el principal beneficiario de los pagos de la red liderada por Francisco Correa. Concretamente, se le asignan unos ingresos de 1.317.000 euros.

El equipo de Aguirre dice que su postura no ha pasado inadvertida

Mientras, distintos informes fiscales han apuntado que Merino podría haber recibido presuntamente entre los 50.000 y los 270.000 euros.

El caso Bárcenas es uno de los que más quebraderos de cabeza han ocasionado al líder del PP en los últimos meses. El pasado 28 de junio se anunciaba su cese 'temporal' como tesorero del partido. Pero el camino no había sido fácil. El ex responsable de las finanzas del PP se había aferrado a su puesto desde que el 31 de marzo pasado Garzón le vinculó con esta presunta trama de corrupción ligada al PP.

Un día después de ese 28 de julio, Merino renunciaba a su cargo en la dirección del grupo parlamentario popular, pero no a conservar su escaño, algo que le supondría perder el aforamiento.

Pese a que en el entorno de Aguirre no dudan de que la salida de sus diputados y de Arturo González Panero y Jesús Sepúlveda como concejales en Pozuelo y Boadilla del Monte, respectivamente, ha sido todo un tanto para ella, esta ha preferido no sacar pecho, al menos en público. Creen los suyos que no le hace falta. 'El gesto ha sido tan contundente que no ha pasado inadvertido'.

Un día después de su anuncio, ofreció una rueda de prensa en la que dijo no considerarse 'en absoluto' ejemplo para Camps. Y mostró su convencimiento de que su partido tomará las decisiones que tenga que tomar sobre Bárcenas y Merino cuando se conozca todo el sumario. El mensaje de Aguirre, al menos en los relativo a la Comunidad Valenciana, caló en Rajoy. Varios dirigentes consultados coinciden en que cuando este supo lo ocurrido en Madrid puso plazo a la salida de Costa.