El PSOE salió sorprendido e indignado con el discurso que pronunció este martes el presidente del Congreso, Jesús Posada, en el Día de la Constitución. La sorpresa fue porque las relaciones entre Posada y el Grupo Socialista son excelentes y, porque hasta ahora, el presidente de la Cámara Baja ha mantenido un papel escrupulosamente institucional.

Sin embargo, para el PSOE, Posada cambió su actitud con el discurso que hizo, que no dudaron en calificarlo de 'partidista' y vincularlo a que queda un año para las elecciones.

El número dos del PSOE y secretario de Organización, César Luena, le censuró dos cuestiones a Posada, aunque no gustó su discurso en general. La primera, su análisis de la mejora de la situación económica, que fue calcado al que hace el Gobierno. Así, llegó a afirmar que tenemos 'las mejores cifras de paro en muchos años', recordó las palabras de elogio al Gobierno de Rajoy en el G-20 y terminó concluyendo: 'Estamos en la senda de la recuperación económica'. Hubo hasta murmullos en la sala.

La segunda cuestión fueron sus reproches a la propuesta de reforma constitucional del PSOE. Y es que el presidente del Congreso llegó a decir que hay que evitar cualquier uso 'partidista, interesado o oportunista'. Los mismos reproches que el PP hace al PSOE. Bien es cierto que, en esta cuestión, también indicó que el ordenamiento jurídico 'ni se debe, ni se puede petrificar', palabras que suele usar el líder del PSOE, Pedro Sánchez.

Para Luena, no es comprensible 'que un presidente del Congreso se meta en este jardín' en torno a la reforma constitucional, ni que haga un discurso sobre la situación económica calcado al Gobierno. Y añadió: 'Un presidente del Congreso no puede venir aquí, un día como hoy, a contarnos la guía de campaña de Génova', terminó afirmando.