El peruano Claudio Pizarro igualó hoy la marca del brasileño Giovane Elber en la Bundesliga al marcar su gol número 133 en su recorrido por canchas alemanas en el partido entre el Werder Bremen y el Hamburgo.

Pizarro abrió el marcador en el minuto 58, tras aprovechar un pase del lateral derecho Clemens Fritz, luciéndose además con un remate de tacón que es de momento el punto culminante de una larga carrera en Alemania.

Al final, el Hamburgo empató -con gol de Ruud Van Nistelrooy-, pero en todo caso el empate le alcanzó al Bremen para clasificarse a la Liga de Campeones

Pizarro llegó a Alemania en 1999, con 21 años, cuando fue fichado por el Werder Bremen y tuvo una primera etapa en el equipo del norte de Alemania en la que se convirtió pronto en figura.

El jugador tenía también en ese momento una oferta del Betis español, pero optó por el equipo alemán, que aceptó incluir en el contrato una cláusula de rescisión de 15 millones de marcos (7,5 millones de dólares).

En su primera temporada, Pizarro marcó diez goles con el Bremen. En la segunda hizo 19 goles y siete asistencias en 31 partidos jugados y se convirtió definitivamente en una de las grandes figuras del fútbol germano.

Las dos primeras temporadas en Alemania hicieron que Pizarro empezará a ser codiciado por muchos equipos -llegó a hablarse de él incluso como una de las futuras grandes estrellas del fútbol mundial- y el Bremen no pudo retenerlo. El delantero, que había llegado a Alemania casi como un desconocido, terminó recalando en el Bayern de Múnich, que acababa de ganar la Liga de Campeones.

En Múnich, Pizarro formó la pareja de ataque justamente con Giovane Elber y luego, cuando el brasileño se marchó al Olimpique Lyon, con el holandés Roy Makaay.

En su era en el Bayern, Pizarro marcó un total de 71 goles ligueros, fue tres veces campeón alemán y ganó en tres ocasiones la Copa de Alemania.

Pese a que sus goles no faltaron en el Bayern y a que casi siempre fue titular en el equipo, también recibió algunas críticas porque muchos esperaban más de él.

Felix Magath, uno de sus entrenadores en el Bayern, llegó a decir que Pizarro dilapidaba su talento y estaba convencido de que podía dar más.

Hoy Pizarro le da en parte la razón a Magath pese a que ha logrado imponerse como pocos latinoamericanos en la Bundesliga

En 2007, Pizarro se marchó al Chelsea, donde estuvo una sola temporada y no corrió con mayor suerte. José Mourinho, que había impulsado el fichaje de Pizarro, dejó el equipo poco después y el peruano no logró ganarse un puesto en el equipo titular.

Un año después, Pizarro regresó a Alemania y fichó otra vez por el Bremen, equipo con el que tiene contrato hasta 2013.

La temporada anterior, Pizarro ganó con el Bremen la Copa de Alemania y este año se ha metido en la final de la misma competición.

Ahora, con 31 años y 279 partidos de la Bundesliga a cuestas, la situación de Pizarro es completamente distinta a cuando llegó al Werder Bremen para convertirse en revelación.

Pizarro, junto con el capitán Torsten Frings, es uno de los jugadores más experimentados del Bremen actual, donde destacan jóvenes promesas como Mesut Özil, Aaron Hunt o Marko Marin.

El entrenador, Thomas Schaaf, sigue siendo el mismo y sabe lo que tiene en el peruano, a quien hubiera preferido mantener cuando se marchó al Bayern.