La ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, asiste hoy a la reunión del Patronato de la Biblioteca Nacional de España (BNE), la primera que se celebra tras la decisión del Gobierno de rebajar la categoría administrativa de esta institución.

Esa decisión, adoptada por el Consejo de Ministros del pasado 30 de abril, dentro del Plan de Racionalización de la Administración, llevó a la directora de la BNE, Milagros del Corral, a abandonar su cargo por estar en completo desacuerdo con que la Biblioteca dejara de ser dirección general y se convirtiera en subdirección.

Tras los recortes aprobados por el Gobierno, Del Corral mantuvo una reunión con González-Sinde, el 4 de mayo, en la que la ministra le pidió que continuara al frente de la Biblioteca Nacional y le ofreció un contrato de alta dirección al estilo del que tiene Manuel Borja Villel, director del Museo Reina Sofía.

Pero Milagros del Corral, que durante su etapa de directora acometió importantes proyectos e impulsó la digitalización masiva de los fondos de la Biblioteca, tenía claro que sólo continuaría en su puesto si el Gobierno rectificaba su decisión y le devolvía a la BNE la categoría que había tenido hasta entonces.

Como no fue así, el 6 de mayo decidió abandonar la institución después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicara la supresión de la dirección general de este organismo y su sustitución por una subdirección general.

Según Del Corral, el recorte aprobado por el Gobierno no va a suponer ningún ahorro de fondos públicos y lo mejor que podía hacer era irse, para no avalar con su presencia una medida que no compartía.

El Gobierno no ha precisado si llevará mañana a la reunión del Patronato de la Biblioteca Nacional el nombramiento del sustituto de Milagros del Corral, que, según dijo en días pasado la ministra, deberá ser alguien "con un currículum extraordinario" y capaz de continuar con "la transición de biblioteca centenaria a biblioteca digital".

La dimisión de Milagros del Corral provocó malestar en el Patronato de la BNE, cuya presidenta, la científica y académica de la Lengua Margarita Salas, consideró "un desastre" la salida de la directora de esta institución, y así se lo hizo saber en una carta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Tampoco estaba de acuerdo el historiador Juan Pablo Fusi, quien presentó su dimisión como patrono de la BNE, y la recién creada Fundación de Amigos de la Biblioteca Nacional le hizo saber a Zapatero que los recortes aprobados podrían poner en peligro la celebración del tricentenario de esta institución, previsto para finales de 2011.

El pasado 9 de junio se hizo público un manifiesto firmado por escritores como Mario Vargas Llosa y Antonio Muñoz Molina, académicos, historiadores, empresarios, artistas y representantes de universidades y centros académicos de España y América Latina, "A favor de la autonomía e independencia de la Biblioteca Nacional".