La ONU calificó hoy de "crítica" la situación de las decenas de miles de civiles atrapados en la zona de combates en el norte de Sri Lanka, donde el organismo calcula que más de 4.500 personas podrían haber muerto desde mediados de enero, cuando se recrudecieron las hostilidades.

El portavoz de la ONU en el país, Gordon Weiss, dijo a Efe que entre 20.000 y 100.000 personas siguen atrapadas en la última franja de territorio bajo control de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), contra la que Ejército de Sri Lanka lanzó una ofensiva el pasado lunes.

La guerrilla resistía en una lengua de tierra longitudinal de unos 17 kilómetros cuadrados que limita con el mar por el este y que está conectada con el resto de la isla mediante puentes y estrechas franjas de tierra.

Desde el comienzo de la ofensiva final del Ejército el pasado lunes, el territorio bajo control del LTTE ha quedado reducido en un tercio.

El portavoz del Ministerio ceilanés de Defensa, Keheliya Rambukwella, citado por la edición digital del periódico "Daily Mirror", aseguró que los rebeldes dominan ahora un territorio de apenas 12 kilómetros cuadrados.

"Si la zona donde estaban atrapados los civiles ya era pequeña, ahora ha quedado reducida en un tercio y cada vez es más difícil encontrar refugio. La situación de los civiles ahora es crítica", agregó Weiss, contactado telefónicamente.

El Ejército, que ha descrito su ofensiva contra el LTTE como una "operación humanitaria" de "rescate" de los civiles, afirmó hoy que un total de 95.000 personas han logrado escapar desde el pasado lunes y ya se encuentran en zona gubernamental.

Weiss no pudo ofrecer una cifra de muertos en esta semana de ofensiva y recordó que el Comité Internacional de la Cruz Roja calcula que se ha producido cientos de muertos y heridos. La guerrilla, por su parte, denunció 1.000 muertos y 2.300 heridos sólo el lunes.

El Ministerio ceilanés de Defensa aseguró hoy que dos destacados líderes del LTTE, su responsable de medios de comunicación identificado como "Daya Master" y el traductor del antiguo jefe político de la guerrilla, se han rendido.

Según Weiss, la rendición es un "signo positivo" porque da más oportunidades a los civiles de huir de los combates.

La guerrilla tamil se enfrenta desde hace más de 20 años al Gobierno de Sri Lanka con el objetivo de proclamar un Estado independiente en el norte y el este de la isla, donde su etnia es predominante.