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Obama propone una comisión a los bancos y sacude a Wall Street

Reuters

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso el jueves que los bancos paguen comisiones de 117.000 millones de dólares, para que el Estado recupere el dinero que invirtió en el programa de rescate para el sector financiero.

El mandatario estadounidense criticó al mismo tiempo a los banqueros por sus "enormes ganancias y bonos obscenos".

Obama reclamó una comisión a los grandes bancos estadounidenses para "recuperar cada dólar" que el Gobierno gastó para rescatar al sector financiero de la peor crisis desde la Gran Depresión.

"Mi determinación de alcanzar esa meta sólo aumenta cuando veo los reportes de enormes ganancias y bonos obscenos en las empresas que siguen existiendo gracias a los estadounidenses", dijo Obama, reflejando una retórica cada vez más dura hacia la industria financiera.

La Casa Blanca espera que una mano más firme con Wall Street esté en sintonía con la furia del público estadounidense sobre los bonos multimillonarios otorgados por los bancos mientras la clase media lucha con un desempleo de dos dígitos.

La comisión, la cual Obama propuso formalmente en su presupuesto para el año fiscal 2011 que se publicará en febrero, también apunta a ayudar a reducir el inmenso déficit presupuestario de Estados Unidos.

Obama, quien respaldó el programa de rescate al sector financiero por 700.000 millones de dólares durante el Gobierno de Bush, ha enfrentado críticas por ese respaldo. La situación le preocupa en un año en el que congresistas de su partido, el demócrata, están buscando la reelección.

La tasa busca recuperar las pérdidas por el rescate de los bancos estadounidenses, denominado Programa de Alivio para Activos en Problemas, o TARP, según la sigla en inglés.

Forjado después del colapso del banco de inversión Lehman Brothers y el multimillonario rescate del gigante asegurador American International Group, el TARP ayudó a frenar la crisis inyectando capitales públicos a los bancos más grandes de Estados Unidos, y convenciendo a los inversores de que no se dejaría colapsar a otras instituciones financieras.

El Gobierno dijo que era necesario evitar una catástrofe en la economía, pero no evitó que el país cayera en una profunda recesión que llevó la tasa de desempleo a un máximo de 26 años, del 10 por ciento.

Wall Street ha rebotado desde entonces y está nadando en ganancias. La situación ha contribuido a que muchos de los bancos a pagaran los fondos de rescates, liberándolos de las reglas del Gobierno sobre pagos a ejecutivos, lo que les permite entregar grandes bonos a su personal.

POCOS REGATEABAN

Las grandes firmas financieras consideran injusta a la comisión debido a que se aplicará incluso a empresas que ya han pagado los fondos de los rescates que recibieron, así como a las firmas que no recibieron esos dineros.

Pero la Casa Blanca argumenta que la industria en su conjunto se benefició de la calma que gestó el paquete de rescate en los mercados.

Obama también dijo que la industria financiera tuvo responsabilidad en la crisis debido a lo que consideró como actos temerarios, que llevaron a la crisis de las hipotecas de alto riesgo.

Analistas de la industria financiera dijeron que la comisión actuará como un lastre para el sector, pero que el hecho de que el cobro se extienda por 10 años amortigua el impacto.

"Arroja más arena a los engranajes. Es una cosa más que arrastra al sector, pero se extiende a lo largo de 10 años, por lo que no es consecuente. Roba en los balances de los bancos", dijo Robert Albertson, estratega jefe de Sandler O'Neill en Nueva York.

Los detalles completos de la propuesta no se conocerán hasta comienzos de febrero, cuando Obama entregue su presupuesto para el año fiscal 2011, y luego estará sujeta a modificaciones en el Congreso.

El plan, que requiere la aprobación del Congreso estadounidense, incluye un impuesto de 0,15 a 1 punto porcentual sobre los balances de las grandes firmas con activos de más de 50.000 millones de dólares.

El gobierno de Obama espera recaudar 90.000 millones de dólares en los primeros 10 años, y cree que esto cubrirá finalmente las pérdidas completas del TARP, aunque en este momento esas pérdidas están siendo prevista en 117.000 millones de dólares.

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