Dos mujeres en una habitación de hotel en Roma que se mienten, se seducen, revelan detalles íntimos sobre sus vidas y se enamoran en una sola noche es la última apuesta del director vasco Julio Medem.

"Habitación en Roma", la primera película de encargo del cineasta, ha supuesto un auténtico desafío para Medem y para las dos actrices protagonistas, Elena Anaya y Natasha Yarovenko, que pasan solas y desnudas ante la cámara la mayor parte del metraje.

"Desnudar el alma es mucho más difícil que desnudar el cuerpo", declaró el martes la rusa Yarovenko, que aseguró ser muy pudorosa, en una rueda de prensa para presentar en Madrid la película, cuyo estreno está previsto el próximo 7 de mayo con 126 copias.

El director de "Los amantes del círculo polar" (1998) o "Vacas" (1992) creía haber renunciado a tratar sobre sexo en sus películas después de "Lucía y el sexo", pero cuando le encargaron "Habitación en Roma" surgió de manera natural, aunque descarta que sea el núcleo de la historia.

"Lo que pretendo desde el principio con esta película, con el guión y la puesta en escena, es que (el sexo) no sea ni mucho menos lo más importante. Para mí tiene mucha más importancia la complicidad entre ellas, cómo se van descubriendo la una a la otra, lo que cuentan y lo que pasa profundamente, primero la atracción y luego el arrebato amoroso", explicó Medem en la comparecencia ante los medios.

Basada en el largometraje "En la cama", una cinta chileno-alemana dirigida por Matías Bize, Medem rechazó en un primer momento hacer un 'remake', pero luego se sintió atraído por el reto de acometer algo tan distinto al resto de su filmografía.

Medem destacó que la película transcurre en un espacio interior y en un breve periodo de tiempo -muy lejos de sus cuidados exteriores y las elipsis temporales de sus otras obras.

"La dificultad radica en rodar en un interior, en que toda la película transcurra en una sola noche. (Están) ellas dos todo el tiempo y además muy cerca (...) y yo también estoy ahí y estoy sacando imágenes de ahí. Su vida, sus cosas, su sensualidad... también tiene que pasar por mí para que entre por la cámara", declaró.

La fuerza de esta película sencilla y su capacidad de conmover descansa, según su autor, en cinco pilares: la música, la fotografía, la dirección de arte y sobre todo sus dos actrices, que llevan el peso de toda la cinta.

Elena Anaya llegó a la mente de Medem desde que comenzó a pensar en la historia, pero encontrar a su compañera rusa fue mucho más complicado y pasó por realizar numerosos castings en Madrid, Moscú y Londres hasta hallar finalmente a la candidata perfecta en Barcelona.

entre ellas hablan en inglés pero también aparecen en la historia ruso, castellano, italiano y vasco.

"La película ha sido una especie de cóctel molotov de sensaciones y emociones que he tenido", explicó Elena Anaya, sobre un rodaje del que asegura que le costó mucho recuperarse.

Después de este proyecto, Medem abordará una tragedia griega llamada "Aspasia", cuyo guión ya ha finalizado.