El financiero estadounidense Bernard Madoff planea declararse culpable de los delitos que se le imputaron por haber orquestado la que podría ser una de las mayores estafas de la historia, y por los que podría ser condenado a prisión de por vida.

En una vista judicial, los abogados del financiero neoyorquino de 70 años, bajo arresto domiciliario en su apartamento de Nueva York desde que en diciembre se conoció que había montando un gigantesco esquema Ponzi, aseguraron ayer al juez Denny Chin que éste se declarará culpable cuando vuelva a la corte el próximo jueves.

Previsiblemente en esa vista Madoff admitirá su responsabilidad en los once delitos que se le imputaron hoy, entre ellos fraude con acciones, en asesoría de inversión y en transferencia bancarias, fraude postal, declaraciones falsas y perjurio.

La Fiscalía detalló que también lo considera culpable de haber facilitado información falsa a la Comisión del Mercado de Valores y haber robado fondos de inversión de trabajadores, al tiempo que se le atribuyen tres delitos de lavado de dinero.

Todos esos cargos implican una condena de un máximo de 150 años de prisión, lo que equivaldría a una pena de cárcel de por vida, por haber montando una estafa aprovechando su buena reputación en el mundo financiero y haber lavado parte del dinero ganado.

"Además, se enfrenta a multas de hasta el doble de las ganancias o pérdidas brutas derivadas de sus delitos", explicó la Fiscalía en un comunicado en el que añade que "también se reclama la confiscación de todo lo recaudado a través de sus delitos y de toda propiedad relacionada con el lavado de dinero".

De ser ciertas las acusaciones y su propia confesión, Madoff habría estado captando durante años dinero de todo tipo de inversores, desde particulares hasta grandes bancos y fondos de inversión de todo el mundo, bajo la promesa de altas y constantes rentabilidades.

Esos recursos los habría estado utilizando directamente para pagar los intereses prometidos al resto de los inversores, en lugar de acometer estudiadas inversiones bursátiles.

Cuando la entrada de fondos escaseó y el interés de los inversores por retirar su dinero aumentó, la estafa se destapó.

Madoff fue detenido después de que sus hijos le delataran, en teoría tan sólo un día más tarde de conocer de mano de su padre la trama que había montado.

En su confesión, exculpó de toda responsabilidad a sus familiares, que en muchos casos trabajaban en su firma de inversión, y cifró en 50.000 millones de dólares la cuantía de la estafa.

La Alianza Global de Abogados del Caso Madoff calcula que en el mundo podría haber hasta tres millones de perjudicados por la estafa y advierte que muchos de ellos lo son de forma indirecta, por lo que puede que ni siquiera sepan que son víctimas.

"Los cargos reflejan un extraordinario despliegue de delitos cometidos por Madoff durante más de veinte años", aseguró hoy el fiscal federal en funciones de Manhattan, Lev Dassin, quien insistió en que la Fiscalía no ha negociado con el financiero nada sobre si se va a declarar culpable, o sobre la posible sentencia que le puede caer.

Tras dar a conocer los cargos, Dassin añadió que "aunque los delitos no son nuevos, la proporción y el alcance del fraude no tienen precedentes".

Como resultado, dijo, "se enfrenta a 150 años de prisión, restitución obligatoria a las víctimas por sus delitos, confiscación de todo lo conseguido ilegalmente y multas".

Madoff acudió este martes al Tribunal Federal de Manhattan con varias horas de antelación -y según algunos medios con chaleco antibalas bajo el abrigo- para atender una vista en la que se decidió que el posible conflicto de intereses de su abogado Ira Sorkin no impedirá que éste siga representándolo.

La última vez que se le vio fue el pasado 14 de enero, cuando acudió a otra vista. Sus escasas salidas del apartamento donde está recluido generan una gran expectación mediática, tanto a las puertas del inmueble en el que vive en el barrio del Upper East Side, como en las de la corte.

Después de la vista del jueves, el juez Chin deberá decidir si ordena su ingreso en prisión hasta que se emita la condena, lo que podría tardar meses.

En documentos entregados a la corte la semana pasada ya se entreveía que Madoff podría estar planeando declararse culpable, puesto que mostraba su disposición a renunciar al derecho a que un gran jurado revise las acusaciones que pesan sobre él.