Los jóvenes agresores de un vagabundo indio, al que rociaron con gasolina y prendieron fuego, han confesado que el "aburrimiento" fue la causa de un acto violento que ha conmocionado a Italia.

"Queríamos ver cuanto duraba, no importaba si era rumano o negro", han confesado los tres detenidos.

Los agresores, de 28, 19 y 16 años, han justificado su acción con que querían "divertirse un poco" y explicaron que querían terminar la noche, que se habían pasado bebiendo y fumando porros de hachís, con "emociones fuertes".

La víctima, permanece ingresada con quemaduras en el 41 por ciento de su cuerpo, en estado estacionario, pero "serio".

Las llamas no acabaron con su vida, pero estos hechos son la noticia de portada de hoy en los principales diarios italianos.

En los medios de comunicación de Italia ya es habitual encontrar informaciones sobre agresiones por parte de grupos de jóvenes, conocidos como baby-gang.

Francesco, Gianluca y un menor, de 16 años, se habían pasado la madrugada del sábado vagabundeando en coche, bebiendo y fumando porros y decidieron cerrar la noche con "emociones fuertes".

Un vagabundo de nacionalidad india y 35 años de edad dormía cerca de la estación de Nettuno, cerca de Roma, cuando fue agredido por los jóvenes.

Dos de ellos salieron con la gasolina y el otro se quedó en el coche.

Según el testimonio de uno de ellos, "la idea era apagar el fuego rápidamente", pero las llamas sorprendieron a los agresores y huyeron.

Esto acto ha vuelto a levantar el fantasma del racismo en Italia.

La policía ha negado que la motivación detrás del ataque haya sido el hecho de que la víctima fuera extranjera, más bien ha achacado la agresión a "la estupidez" y la confusión generada por la droga.

Los diarios hablan de jóvenes sin motivación ni objetivos, que no trabajan, deambulan por la calle y se dedican a emborracharse y a fumar porros.

Algún diputado ha culpado de la agresión a la "falta de valores" de los jóvenes y el ministro de Interior, Roberto Maroni, ha señalado a la "degradación ambiental y familiar".

Pero varios dirigentes políticos han señalado al racismo, entre ellos el propio Presidente de la República, Giorgio Napolitano, que afirmó hoy que Italia es testigo de "episodios horribles" que ya son considerados como "síntomas alarmantes".

Napolitano llamó a las instituciones que se empeñen "hasta el fondo" en cerrar "cualquier riesgo y manifestación de xenofobia, racismo y violencia".

Por su parte, el líder del principal partido de la oposición, Walter Veltroni, emitió un comunicado nada más conocer la agresión ocurrida en Nettuno en el que diagnosticaba un "clima de odio" en el país, "fruto de las predicaciones xenófobas".

El clima de violencia por parte de los jóvenes se está haciendo sentir últimamente en toda Italia, pero especialmente en la región del Lazio, donde se sitúa la capital, Roma.

El presidente de la región, Piero Marrazzo, ha anunciado una serie de medidas para "reafirmar los valores de la convivencia civil y combatir la violencia en todas sus formas".

El primer ministro, Silvio Berlusconi, hizo de la lucha contra la delincuencia y la seguridad en las calles la bandera de su campaña electoral y ganó los comicios con un gran margen.

Sin embargo, cuando quedan pocos meses para que se cumpla el primer año de su mandato, la violencia salpica a diario los medios de comunicación con noticias de todo tipo.

En la región del Lazio, por ejemplo, se ha producido recientemente una ola de violaciones de jóvenes italianas que ha levantado una enorme polémica.