Motegi ha perdido la coletilla final de su sinónimo. Desde 2004, cuando Makota Tamada reivindicó la supremacía de Honda en MotoGP sobre el circuito donde toman forma sus prototipos, la competencia no ha parado de mostrar sus carencias a la firma del ala dorada. Los nostálgicos, sin embargo, ensimismados por la visión de los arcaicos carenados con los que competían Hailwood, Taveri o Redman, en la década de los 60, o de las réplicas de la NSR 500 de Doohan o Crivillé en el museo que Honda exhibe en el trazado japonés, buscan síntomas de recuperación aún intangibles. 'Hemos ido en la dirección equivocada con la puesta a punto'. La queja de Pedrosa, undécimo tiempo en los primeros entrenamientos libres, exterioriza la tensa situación que aparece en cada uno de los garajes de Honda.

Los pilotos se ensañan con la moto. Problemas de chasis, falta de velocidad punta, poca simbiosis entre carenado y neumáticos, dificultad para encontrar el reparto de pesos óptimo que garantice la correcta tracción de sus gomas... En la factoría nipona contestan a las críticas con aumentos de jornada y reuniones que no acaban de dar con la tecla. 'Están viviendo una situación similar a la de Ferrari en la F1', se asegura desde un box de MotoGP. Precisamente, la entrada de Honda en Fórmula 1 contribuyó al desconcierto actual que vive la factoría. La llegada de mecánicos e ingenieros que pensaban en coches desbarató una infraestructura que había negociado muchos éxitos en las diferentes categorías de motociclismo.

'Estamos lejos de Stoner y Rossi. Hay que reaccionar y hay que hacerlo ya', critica Pedrosa. 'El año pasado ya detecté problemas de chasis y se lo dije a Honda. A ver si ahora me hacen caso. Es verdad que he estado lesionado y no he podido intervenir demasiado en el desarrollo de la moto, pero ellos tampoco mejoraron en nada en mi ausencia'. El cronómetro confirma la dura crítica de Dani a Honda. Dovizioso, su compañero en el equipo Repsol, situó a la primera montura del ala dorada después de tres Yamaha (Rossi logró el mejor tiempo), dos Suzuki y la Ducati de Stoner. Al lado del ordenador que muestra la rácana telemetría de la Honda de Pedrosa, otra pantalla muestra previsión de tormenta para la sesión clasificatoria y la carrera (08:00 h, mañana). 'Como llueva, tendremos menos tiempo para acabar de configurar la moto si la carrera fuera en seco', refunfuña Pedrosa. Ni él se atreve a defender el final natural de la coletilla de Motegi: el territorio Honda.