Daniela Féjerman, que ha formado tándem habitualmente con Inés París, ha dirigido ahora en solitario "7 minutos", una comedia coral sobre las nuevas formas de enamorarse, con una serie de personajes que están solos, quieren dejar de estarlo y pasarán por dificultades para conseguirlo.

Con un guión escrito por la propia Féjerman y la ahora ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el reparto está compuesto por Luis Callejo, Toni Acosta, Marta Etura, Antonio Garrido, Pilar Castro, Asier Etxeandia, Juanma Cifuentes y Cristina Alcázar.

Féjerman, que presenta hoy la película en la sección oficial del duodécimo Festival de Cine Español de Málaga, ha utilizado como "punto de partida" de la historia una sesión de "citas rápidas", en la que los participantes tienen siete minutos para conversar y conocerse.

En esta situación coloca a personajes "con edades y situaciones vitales muy variadas", y lanza "un mensaje optimista de que, aunque vivimos en un mundo en el que las relaciones afectivas se entienden como las de mercado, rápidas, sustituibles e intercambiables, todos buscamos querer y que nos quieran".

Todos los personajes "encuentran el amor de forma inesperada, no con la idea de la que partían", y aunque puedan acabar bien, "a todos les cuesta algo", ha dicho en rueda de prensa Féjerman.

Para esta comedia coral consideraba "fundamental un buen reparto", y el que finalmente ha reunido es "lo mejor que podría haber pasado".

Los únicos actores en los que pensaba cuando escribía su papel eran Juanma Cifuentes y Asier Etxeandia, "que entendieron muy bien sus personajes", mientras que para el personaje de Cristina Alcázar, la anfitriona de esas citas rápidas, se inspiró en una persona real, "una chica espectacular que a veces anula a las mujeres que asisten a los siete minutos".

De Pilar Castro ha destacado su "enorme creatividad" en los ensayos, "porque está todo el rato buscando", y en Toni Acosta vio "sus posibilidades inexploradas", al ser éste "un trabajo muy distinto del que hace habitualmente, de contención, porque ella es una efervescencia de energía y positividad".

Antonio Garrido tuvo que hacer una prueba "y se llevó el papel de calle", según Féjerman, porque "formaba una buena pareja con Marta Etura y consiguió que no fuese el tópico de macarra, sino que al mismo tiempo era tierno e infantil".

Sobre Marta Etura, ha calificado como "una experiencia única" trabajar con ella, al ser "una actriz impresionante que compone su personaje, con una precisión extraordinaria y una gran verdad".

Mientras, Luis Callejo es "un gran actor cómico que se enfrentaba a un papel distinto por su vertiente romántica, y se resistía a esas sonrisas embobadas a las chicas, pero haga lo que haga resulta creíble y tiene una vis cómica".