El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó hoy su alegría por la aprobación en detalle de su proyecto de nueva Constitución, que se hizo en ausencia del principal partido opositor y con polémica sobre el artículo que establece cuál es la capital efectiva del país.

"Es una gran alegría para mí y para el movimiento obrero y campesino", afirmó Morales a los periodistas a las puertas de la residencia presidencial, en La Paz, antes de partir hacia Argentina para asistir al acto de fundación del Banco del Sur.

Recalcó que el proyecto aprobado no es exclusivo de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), sino que representa a todas las fuerzas políticas y a los nueve departamentos bolivianos.

No obstante, la mayoría de los asambleístas del principal partido opositor, el derechista Poder Democrático y Social (Podemos), no asistió a la maratoniana sesión celebrada en una instalación universitaria de la ciudad andina de Oruro.

Sí participaron los constituyentes del partido opositor de centro Unidad Nacional (UN), que denunciaron reiteradamente los "atropellos" a la legalidad cometidos en la sesión.

Tras más de trece horas de trabajo ininterrumpido, el proyecto fue votado, artículo por artículo, por dos tercios de los 164 asambleístas presentes, de los 255 elegidos en 2006, pero todavía debe ser sometido a referendo.

La iniciativa contempla la reelección presidencial por un periodo adicional, no de forma indefinida como había propuesto el oficialismo originalmente.

Con esta reforma, el presidente Evo Morales podría gobernar hasta 2018, en dos nuevos periodos de cinco años, si vence en las elecciones que se convocarán tras la entrada en vigor de la futura Carta Magna.

El nuevo texto constitucional tiene 411 artículos, que fueron leídos en cinco bloques temáticos y después votados a mano alzada y sin apenas debate, desconociendo lo establecido en el reglamento.

El artículo 6 volvió a avivar la polémica sobre cuál debe ser la capital efectiva del país, si Sucre o La Paz, un debate que mantuvo paralizada a la Asamblea durante más de tres meses por el reclamo de la primera ciudad para volver a albergar el Gobierno y el Parlamento.

Después de la votación en detalle, se volvió a debatir sobre ese artículo y se aprobó finalmente una redacción que declara capital oficial de Bolivia a Sucre.